El presidente de la Cámara de Turismo, Ángel Brisighelli, planteó un “futuro negro” para la actividad, ante las restricciones dispuestas por el decreto de necesidad y urgencia conocido el viernes. Expuso sus dudas sobre la limitación a nueve días de cierre tras la experiencia del año pasado, y aseguró que con esta medida ya se desalentó a cualquier turista que tuviera planeado viajar en junio. Reiteró que sin previsibilidad no puede haber turismo, y advirtió sobre las consecuencias que traerá a un sector ya muy golpeado, que ya agotó sus ahorros y tampoco tiene acceso a asistencia nacional con ATP como ocurrió en 2020. “El turismo es una actividad prohibida a nivel nacional y ningún turista puede llegar a Ushuaia y a ningún otro destino del país”, sentenció, a la espera de respuestas del propio Estado que les impide trabajar.
Río Grande.- El presidente de la Cámara de Turismo, Ángel Brisighelli, analizó por Radio Universidad 93.5 los alcances del decreto de necesidad y urgencia conocido el viernes pasado y advirtió sobre las serias consecuencias para una actividad muy golpeada que ha sido “prohibida en todo el país”.
“El análisis que hacemos es de un futuro negro. El turismo se basa en gente que desea moverse entre dos lugares y con el DNU que sacó Nación toda la actividad turística del país, no sólo en Ushuaia, está prohibida”, dijo.
“Las empresas que vivimos del turismo nos encontramos con que nos han prohibido nuestro trabajo y nuestra fuente de ingresos. Esto se extiende hasta la primera semana de junio y luego hay que ver la evaluación del daño de esta decisión a toda la gente que tenía intención de viajar en junio. Las consecuencias de este decreto no las vamos a sufrir durante los días de vigencia sino todo el mes, porque seguramente mucha gente estaba con intención de viajar y ahora la han acobardado”, criticó.
“Además ya tenemos la experiencia de marzo del año pasado, cuando arrancamos por 15 días y terminamos encerrados hasta diciembre y sin actividad. Es un miedo muy importante la indefinición, porque el turismo es una actividad que requiere de mucha previsión. No sabemos si esto va a ser como dice el decreto o si dentro de una semana nos van a encerrar más días. Es un problema muy serio para pensar en alguna actividad. Por más que haya atención online no creo que nadie se anime a comprar un viaje para el 10 de junio porque el decreto no pone ningún tipo de limitación, y van a estar todos con la incertidumbre de si lo van a prorrogar o no”, sostuvo, cuando ya se habla de extender la medida.
Sin ayuda nacional
Apuntó que la situación se agrava porque se extreman las restricciones pero no la ayuda del Estado, dado que no hay ATP como el año pasado para ayudar a pagar los sueldos. “El ATP se dio de baja el año pasado y durante este proceso fueron dos sueldos mínimo, vital y móvil. En su momento llegaron a ser 40 mil pesos por empleado. Luego se lo reemplazó por el REPRO II y los montos eran mucho más bajos, porque arrancaron con 12 mil pesos, pero limitaron muchísimo quién tenía acceso a este subsidio. El turismo fue una de las actividades que quedó incluida en el REPRO. El mes pasado se llevó el monto a 18 mil pesos y ahora lo van a llevar a 22 mil. También se cambiaron los requisitos de acceso al subsidio, que en algún momento simplemente era una comparación de facturaciones. Si comparamos el 2021 con el 2020, estábamos totalmente cerrados, así que la comparación se está haciendo con el 2019 y la diferencia de facturación entre 2019 y 2021 tiene que ser de un 70%. Si uno facturó 100 pesos en abril de 2019 tiene que haber facturado menos de 169 pesos en abril de 2021 para acceder al REPRO. Esto se cambió y se puso un índice de liquidez que mide las deudas que tienen las empresas. Aquellas empresas que se pudieron mantener en todo este proceso sin endeudarse quedaron automáticamente fuera del sistema del REPRO. Solamente están recibiendo ayuda las que están endeudadas y esto quiere decir que hay empresas que no accedieron a los créditos y tampoco acceden a la ayuda del Estado ahora”, expuso.
“No podemos decir que aquellos que accedieron a créditos no hicieron las cosas bien, porque para muchos fue absolutamente imprescindible para sobrevivir, pero los que pudieron evitarlo, hoy están perjudicados”, remarcó.
La asistencia provincial
Durante el 2020 la ayuda de la provincia complementó la nacional, que hoy prácticamente no existe o equivale casi a la mitad del monto de los ATP, devaluado todavía más por el proceso inflacionario, como el caso del REPRO. Sola, la asistencia provincial no va a ser suficiente para la supervivencia. “La provincia está ayudando con los fondos del PROGRESO II, pero hay algunas cuestiones de índole gremial dentro del gobierno que están complicando, porque se está retrasando el papeleo interno, por lo menos al sector del turismo, porque el problema básicamente es del INFUETUR. Se supone que en algún momento esto se va a regularizar y los pagos se van a hacer, pero genera una serie de inconvenientes. La reglamentación dice que uno no puede rendir los subsidios con pagos que se hicieron antes de recibir el dinero, es decir que las empresas no pueden pagar los 12 mil pesos a los empleados y rendirlos antes de recibir el subsidio, entonces el pago no sale y los empleados no lo están cobrando”, dijo.
“Las empresas no pueden pagar porque después no pueden rendirlo y genera toda una complicación. Esta situación se ha dado en todo el mes de mayo y en parte del mes de abril. No tenemos datos de la cantidad de empleados que están recibiendo el subsidio provincial. Sabemos que dentro del turismo trabajan unas 12 mil personas, y hay empleados directos e indirectos, o son independientes. Hay gente que trabaja en lavaderos de ropa y la actividad no está directamente vinculada con el turismo, pero el turismo es lo que motoriza esa actividad. La gente que trabaja directamente en agencias, hoteles, restaurantes, prestadores de servicios, se estima en 8 mil personas en una temporada normal”, estimó sobre el volumen de trabajadores afectados.
“Indudablemente ese número se redujo. No hay casos de despidos o, si los hay, son muy pocos, pero sabemos que hubo acuerdos particulares entre empleados y empresas, con desvinculaciones de común acuerdo. No son situaciones masivas y las empresas están afrontando esta situación desde hace más de un año sin despidos”, destacó.
Al borde de la quiebra
Consultado sobre presentaciones de quiebra de empresas por estas medidas, indicó que “en las empresas más grandes no ha habido todavía, tampoco cierres, pero hay muchas que están declarando que no pueden sostener mucho más esta situación. Esta medida del gobierno nacional va a decantar en alguna resolución de estas empresas”, alertó.
“Sabemos que hubo cierres de establecimientos más chicos, en particular los Bed & Breakfast, porque su unidad de negocios es alquilar habitaciones donde hay seis u ocho camas a gente que no se conoce entre sí y en este momento de pandemia y distanciamiento su unidad de negocios está seriamente afectada. De hecho hubo varios que cerraron”, confirmó.
Carga impositiva
A la imposibilidad de trabajar se suman las obligaciones tributarias que se tienen que seguir cumpliendo, aparte del pago de salarios. “Sabemos que Tierra del Fuego está prácticamente exenta de todo, pero algunas empresas tuvieron que pagar el nuevo impuesto a la riqueza y fue un golpe para las empresas más grandes porque fueron números muy importantes”, afirmó.
“Con AREF tenemos el impuesto a los Ingresos Brutos pero la actividad está parada y es un impuesto proporcional a la facturación, así que prácticamente no se está pagando porque no hay actividad. Donde tenemos una situación más compleja es con los impuestos municipales, porque tenemos tasas fijas, independientes de la actividad de las empresas, como habilitación comercial, patentes, impuesto inmobiliario. El año pasado en Ushuaia hubo algún tipo de consideración de parte de la municipalidad con habilitaciones comerciales y una parte de patentes, pero este año se está volviendo un problema muy serio para las empresas que no están trabajando”, manifestó.
Brisighelli apeló a “algún tipo de consideración como el año pasado para aquellas empresas que no tienen actividad. Las patentes representan un monto muy importante para las empresas que se dedican al turismo y la mayor parte de esos vehículos no está trabajando, tampoco tienen habilitación comercial porque no hay trabajo. Sería conveniente alguna consideración de la municipalidad para aquellos vehículos que no están habilitados”.
Reunión con el COE
Respecto de la reunión del viernes pasado con el COE y autoridades del gobierno, recordó que cuando se llevó a cabo “todavía no estaba publicado el DNU pero tenían un borrador. Ya hemos hablado con todos los sectores del gobierno para plantear nuestra realidad y todos tienen en claro la situación del sector. Se da el absurdo de que el Estado nos prohíbe trabajar, más allá de las razones por la cuestión sanitaria, pero si no trabajamos es porque el Estado no lo permite”, enfatizó.
Se prevé rever la exigencia del pago de cánones de concesión y también de los plazos, porque las inversiones se ven perjudicadas por la imposibilidad de trabajar. “Con el INFUETUR venimos hablando desde el año pasado, hemos tratado el tema de los cánones y los períodos de concesión, porque tiene que ver con la amortización de la inversión realizada. Todas las concesiones que tienen período fijo lo han visto reducido un año y medio, esto por lo menos va a llevar dos años y las explotaciones van a estar muy por debajo de lo normal. No solamente hay que ver el canon sino renegociar los plazos de concesión”, dijo.
Vuelos sin turismo
En materia de conectividad, indicó que “estamos bien pero los que no tienen permiso de viaje no se pueden subir al avión. El turismo es una actividad prohibida a nivel nacional y ningún turista puede llegar a Ushuaia y a ningún otro destino del país. Fuera del contexto del DNU, Ushuaia no tiene un problema de conectividad, porque hay dos o tres vuelos por día. Mayo y junio son los meses más bajos de la actividad turística y no hay un problema de conectividad en este momento. El tema va a ser julio y agosto cuando empiece la temporada de invierno. La forma en que Aerolíneas Argentinas trabajó este año en general ha sido buena, pero no sabemos cómo va a afectar el DNU en adelante, cuánto tiempo se va a extender la situación y hasta dónde va a alcanzar el daño que va a generar este encierro a la actividad turística”, planteó.
“Lo grave es que seguimos repitiendo lo mismo y en un año y medio no avanzamos nada. A nivel nacional en el 2019 el turismo aportó el 6,3% del PBI del país y fue el tercer grupo generador de divisas. El turismo receptivo le generó al país 5.241 millones de dólares. En 2020, con tres meses de actividad nada más, la participación en el PBI pasó al 3% y el turismo pasó a ser el noveno generador de divisas, con ingresos solamente de 1.616 millones de dólares. El PBI es la riqueza que genera un país y la Argentina ya perdió la mitad en turismo, siendo que en enero, febrero y marzo de 2020 la actividad fue normal. Cuando cierre el 2021 los números van a ser peores porque la situación se viene prorrogando en el tiempo mucho más de lo que uno desearía”, adelantó.
“Nuestro problema más grave es que no sabemos cuándo es el día después. No hay ni siquiera una hoja de ruta del Estado nacional que hable de una planificación, de una fecha de llegada de vacunas o porcentaje de vacunados, tampoco hay fecha de apertura de fronteras. Esa hoja de ruta es absolutamente imprescindible para pensar en alguna reactivación del turismo. Si no es posible la previsión no se puede pensar en reactivación y hasta que no haya noticias claras nadie va a poder vender el destino Argentina”, concluyó Brisighelli.