“El problema más grave para el turismo son las declaraciones de la Nación en todos sus aspectos”

El presidente de la Cámara de Turismo, Ángel Brisighelli, cargó toda la responsabilidad sobre las autoridades del gobierno nacional por la incertidumbre que generan, desalentando tanto a las empresas como a los pasajeros. Por un lado expuso el malestar generado por las declaraciones del ministro de Turismo Matías Lammens, en las que abrió la posibilidad de que no exista una temporada invernal. Continuó por la Ministra de Salud, que adelantó cierres “aleatorios y sorpresivos”, que no permiten planificar a un sector que lo necesita; y finalmente aludió a la Ministra de Seguridad, que “no puede meter presos a los motochorros pero quiere meter presos a los que quieren viajar”. También cuestionó la decisión de Aerolíneas Argentinas de no dejar embarcar a pasajeros durante la semana, cuando no había encierro, por la decisión del gobierno nacional de cancelar los permisos de viaje. Aseguró que los gobiernos provinciales en general están dando su apoyo al sector, sobre todo en Patagonia donde se ven afectados todos los centros invernales, y ahora reclaman que ese apoyo sea “explícito” y haya un reclamo institucional de las provincias a la Nación.

Río Grande.- El presidente de la Cámara de Turismo, Ángel Brisighelli, adelantó por Radio Provincia el pedido formal que se hará al gobierno fueguino para que institucionalmente accione ante el gobierno nacional y permita que el sector tenga certezas, luego de una sucesión de declaraciones desafortunadas que no permiten visualizar un horizonte de reactivación.

En principio se refirió al ministro de Turismo Matías Lammens y sus dichos sobre una temporada invernal que no existiría. “Cayeron bastante de sorpresa y mal. Fueron muy desafortunadas, porque bajo ningún punto de vista no se puede poner en duda la posibilidad de tener una temporada de invierno más o menos normal, porque eso afecta la fuente de trabajo de más de un millón de personas que trabajan en turismo y vienen de 14 meses con una situación extremadamente compleja. Hay establecimientos que todavía no han abierto, si bien nosotros tuvimos algún tipo de temporada de verano, que fue mala y pobre, pero otros destinos de la Argentina que no tienen movimiento desde marzo del año pasado, como la ciudad de Buenos Aires”, dijo.

“Fueron declaraciones que no fueron bien tomadas bajo todo punto de vista. Hay dos o tres cuestiones que han caído bastante mal en el sector, por las implicancias que tienen en las posibilidades de reactivación. Unas fueron las declaraciones de Lammens que ponen en duda la existencia de una temporada de invierno, la segunda fue el DNU de hace 15 días que de un viernes para un sábado nos metió a todos en la casa. Incluso durante la semana, cuando ya no había encierro, se dieron de baja todas las autorizaciones para viajar y se complicó el intento de viaje de gente que tenía intenciones de pasear el fin de semana”, denunció.

“Esto genera desánimo en todos lados, entre los empresarios porque están en una situación de desborde y no pueden seguir tratando de sobrevivir. Hay gente que decide cerrar y abandonar la industria. La parte más grave es el desánimo que genera en el turista, porque hay mucha gente con intenciones de viajar que escucha las declaraciones de Lammens, ve los problemas que trajo el DNU y con el lío que hay decide no viajar. A los pocos que están con intenciones de hacerlo los están desanimando. De esa forma nunca se va a recuperar la actividad de la industria del turismo en la Argentina y no vamos a terminar de salir del pozo”, advirtió.

 

Revertir la decisión

 

El objetivo ahora es lograr que el gobierno nacional entienda que debe ser medido en sus declaraciones y dar algún tipo de previsibilidad. “La Cámara Argentina de Turismo ya ha pedido una audiencia con Lammens para hablar de este tema. Ayer hubo una reunión del Ente Patagonia Turismo con todas las instituciones oficiales de las provincias y los centros de esquí, porque las más afectadas por estas declaraciones fueron las provincias patagónicas dado que son los destinos de nieve”, expuso.

“Ya hubo declaraciones de todas las organizaciones de segundo nivel relacionadas con el turismo, y todos en el mismo tono, diciendo que no se puede bajo ninguna forma perder la temporada de invierno. En nuestro caso estamos preparando la presentación de una nota de todas las cámaras relacionadas con el turismo para pedirle al gobierno que se realice las gestiones necesarias a nivel provincial con la nación para que esto no ocurra”, informó.

“Dentro de la provincia estamos más o menos tranquilos, en el sentido de que el gobernador, la vicegobernadora, el presidente del INFUETUR, han reconocido en varias oportunidades la importancia del turismo para la provincia y que no se puede perder. Por ese lado tenemos el apoyo de ellos y nos lo han dicho, y les estamos pidiendo que interactúen con nación. Junto con  todos los gobiernos provinciales de las zonas más afectadas trabajemos para que esto no ocurra y la temporada de invierno se garantice”, sentenció.

 

Sin reservas

 

Brisighelli planteó el agotamiento de todas las reservas y la descapitalización de las empresas para poder sostenerse. “Los centros invernales son establecimientos con un gran volumen de gente que trabaja y no se puede pensar en otro año perdido. El año pasado los centros abrieron para el consumo local y no tuvieron una actividad real. Fueron temporadas en las que las pérdidas fueron más altas por haber abierto que sin hubieran permanecido cerrados”, aseguró.

Recordó las declaraciones del gerente del Tren del Fin del Mundo reflejadas en este medio, quien hizo mención al agotamiento de las reservas que podían tener, dado que se vienen sosteniendo con sus ahorros desde marzo del año pasado, pero ya no queda nada. “Esa es una situación común a todas las empresas del país que están relacionadas con el turismo. Todas se vienen sosteniendo con fondos propios. Los sueldos y los gastos fijos se pagan con el giro comercial diario de la empresa. El servicio se vende y, con el resultado de esa venta, se pagan los sueldos, los alquileres, los impuestos. En una empresa que está trabajando de esta manera desde hace 14 meses los fondos del giro comercial desaparecieron hace rato. Las empresas de turismo ya están gastando su capital, es decir fondos que tenían destinados para inversiones o para distribuir utilidades. De hecho hay varios ejemplos de empresas que se han descapitalizado, han tenido que vender bienes, sobre todo las más chicas que han tenido que vender algún vehículo o una camioneta. Tampoco es fácil hoy en día encontrar un comprador para un vehículo de producción turística, porque nadie quiere hacer inversiones en ese sector”, observó.

“La situación general que también atraviesa a casi todas las empresas es que se han endeudado fuertemente, en algunos casos con los bancos, porque los planes de ayuda del gobierno no alcanzan. Hay muchas empresas que se han tenido que endeudar para tratar de sobrevivir. Todas tienen algún tipo de situación compleja y no se va a solucionar si la actividad no se reactiva. La solución pasa por poder trabajar, no por las ayudas, aunque siempre son bienvenidas. Mientras se impida trabajar, estamos muy complicados”, enfatizó.

 

Unidos en el reclamo

 

Confió en poder torcer la decisión del gobierno nacional, por la unidad de las cámaras y además el respaldo de los gobiernos provinciales. “El futuro de todos nosotros depende de eso. Uno espera una declaración fuerte del propio Lammens o a niveles más altos donde dejen claro que no va a haber ningún inconveniente para la realización de actividades turísticas durante la temporada de invierno. Necesitamos dar certeza y claridad a todos los que están relacionados con este tema, tanto a las empresas como a los pasajeros. El Estado tiene que definir exactamente qué va a hacer con las vacaciones de invierno, porque tampoco sirve que estén todos los días diciendo que las van a cambiar para un día, para el otro, que las suben, que las bajan. Esto ni siquiera es un problema que uno pueda hablar con el gobierno local, porque no es el gobierno de la provincia el que define la fecha de las vacaciones sino que la van a definir los mercados, la ciudad de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, que son los centros más importantes del país. Ellos tienen que definir sus vacaciones de invierno para que la gente pueda contratar su viaje y nosotros los recibiremos el día que sea. Si la gente no sabe cuándo va a tener vacaciones, no puede comprar su pasaje, por eso necesitamos declaraciones fuertes y claras de que la actividad va a estar permitida, que no va a haber otro DNU de encierro o intermitente, o que van a definirlo de sopetón de un viernes a las 11 y media de la noche para el sábado a las cero horas, como pasó a 15 días atrás”, dijo, con la consecuencia de cancelaciones de viajes que ya estaban contratados, además de otros servicios turísticos.

“Esto no puede volver a ocurrir y, si va a haber algún tipo de encierro, tiene que saberse con tiempo porque el turismo requiere planificación. Se ve muy afectado por decisiones intempestivas de un día para el otro”, remarcó.

 

Nación, único responsable

 

Para Brisighelli “hoy el problema más grave para el turismo son las declaraciones de la Nación en todos sus aspectos, desde el Ministro de Turismo que pone en duda que vaya a haber temporada turística, a la Ministra de Salud que dice que va a haber cierres aleatorios en forma intempestiva. La Ministra de Seguridad tiene problemas para meter en cana a los motochorros que hay en Buenos Aires pero quiere meter presa a toda la gente que se fue de turista. Son declaraciones terribles para nuestro sector y desde el gobierno nacional se están haciendo cada vez más comunes”, cuestionó.

“Necesitamos que la Nación tome conciencia del daño que hacen sus declaraciones, porque ya ni siquiera hablamos de las decisiones concretas del DNU sino de lo que hacen cuando les ponen un micrófono cerca y empiezan a hablar. Todos los jugadores que están en la actividad pública tienen que tener cuidado cuando hablan, porque sus declaraciones tienen implicancias y consecuencias. El turismo es uno de los sectores que tiene dos características muy negativas para nosotros: primero, es el más afectado; y segundo, es el más susceptible a las declaraciones”, sostuvo.

“Queremos que tengan cuidado con lo que dicen, previsión de lo que se va a hacer. Si no, nuestra actividad más va a demorar en reactivarse y más puestos de trabajo se van a ir perdiendo. Hay un estudio a nivel nacional que dice que se están perdiendo 266 puestos de trabajo por día en el país solamente en el sector de turismo, desde que inició esta pandemia”, expresó.

Reiteró que el problema no está en las provincias y espera pronunciamientos concretos de los gobernadores: “Todas las cámaras provinciales están hablando con las autoridades y en todos los casos hay un acompañamiento importante de los gobiernos provinciales a la reapertura de la actividad invernal. Sabemos que tenemos ese acompañamiento y estamos pidiendo que sean explícitos. La intención de las provincias es reactivar pero no depende solamente de ellas, porque por más decisión de no maximizar las limitaciones, si el Estado nacional decide generar complicaciones a la gente que desea viajar en avión, cancelando permisos o autorizaciones, no tenemos turismo. El avión es un cuello de botella inevitable y la gente llega a Tierra del Fuego en avión o no llega. Esta semana, no durante el encierro, hubo un montón de pasajeros que llegaron a Aeroparque y Aerolíneas Argentinas no les permitió embarcar. Estas decisiones no dependen de las provincias sino de la Nación y necesitamos que Nación revea urgente todo esto”, concluyó.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.