Se trata de Paula Masala, quien se dedica a la fotografía y se especializa en el tema, desde hace al menos, dos años. La imagen que publicada por la revista mexicana Líder Empresarial, que eligió las fotos de distintos fotógrafos del mundo; y entre ellas, la publicada en redes sociales, por la amateur fueguina. La fotógrafa aclaró que pese a los comentarios mala leche, “no se trata de un fotomontaje.
Río Grande.- Paula Masala es fueguina, actualmente se dedica a la docencia, su formación profesional es en Producción de Medios, trabaja actualmente en el portal el Octavo Día, y desde hace unos dos años se especializa en el fotoperiodismo, y Fotografía Social.
La imagen captada por Masala, fue publicada por la revista mexicana www.liderempresarial.com, que, como muchos otros medios, decidió dedicarle un espacio al evento astronómico que tuvo lugar el pasado 25 de mayo y que fue denominado como “Súper Luna”.
La revista mexicana, tomó imágenes de fotógrafos de distintas partes del mundo, entre ellas, la tomada por la fotógrafa fueguina, que comentó: “fue el día previo a la luna llena y la luna del eclipse, yo me había olvidado que ese día también había luna, iba caminando por San Martín, pero cuando me di vuelta estaba la luna hermosa gigante que se veía sobre avenida San Martín”, dijo a Tarde pero Seguro y agregó: “ la subí a Instagram como hago siempre y así me contactaron, fue un periodista de México. En la publicación estaban las de Madrid, Australia y como se vio la luna en Río Grande”.
No es la primera vez que las imágenes de Masala llegan a medios fuera de la frontera de Tierra del Fuego, y ante ello comentó: “lo que más me gusta es ir a las marchas, porque mi formación profesional es Producción de Medios, me dedico a los medios, pero es la parte que me falta, estar delante de cámara, y mi cobertura y mi exposición es mediante la fotografía”.
Asimismo, Masala dijo: “desde el 2018, en lo posible si hay una marcha, estoy ahí”..
Por otro lado, consultada acerca de las coberturas fotoperiodísticas, la fueguina manifestó: “hay cosas que me molestan”, a la hora de dar lugar a distintos eventos en los que quizás, no esté de acuerdo, ni política, ni ideológicamente, “en Buenos Aires, tuve la posibilidad que cuando se votó el Aborto Legal en Diputados y Senadores, fui a la parte anti-derechos. Me saque los aros feministas, el pañuelo, y fui igual. Me llama la atención los rostros, que es en lo que me centro”, aclaró, “es como que la mirada muestra mucho. No sé si es muy objetivo lo que voy a decir, pero del lado celeste, en los ojos se veía bronca, y del otro lado era todo más fiesta, se nota en los colores y era lo que yo mostraba”, aseguró.
“Trato de ser muy imparcial, porque al ser un reportaje periodístico, tengo que mostrar la realidad de lo que estoy mostrando en la foto”, dijo.
El poder de invisibilizarse mientras se trabaja
Respecto de la modalidad de trabajo a la hora de fotografiar, más aun cuando se trata de hechos político-sociales, Paula explicó cómo trabaja ella: “Al principio estaba más al costado, porque cuando sacas una foto, no sabes cómo va a reaccionar la persona, en una marcha por ejemplo puedo ver desde lejos, y sacar más fotos. Lo fui aprendiendo yendo a las marchas y estando”.
Un detalle no menor, tiene que ver con la cámara que utiliza a la que calificó como “muy vieja” y agregó, “me la compre en el 2012, y uso un lente 75-300, con ese llego más lejos”, comentó acerca de la mirada a la otra de fotografiar.
Consultada sobre la capacidad de los equipos, o la mirada fotográfica, Paula dijo: “Soy más partidaria en que el tema es el ojo, y no los equipos”.
“Comentarios mala leche hay un montón, me pasa que se pone en duda la foto, con la de la luna me dijeron que era fotomontaje y no lo es”, aclaró.
La formación en fotografía
Masala también contó cuando y como comenzó a dedicarse más a pleno a las fotos: “Aproveche la cuarentena para dedicarme a la fotografía, el año anterior a la cuarentena me dedique a hacer un curso de Fotografía Social, pero con el aislamiento intente a mostrar lo que estaba pasando acá, en Río Grande. Trate de capturar lo que estaba pasando. Después en Buenos Aires, todo es fotograbiable, y enganche un momento donde había marchas todos los días”, lo que sirvió para las prácticas.
Paula Masala continúa sacando fotografías, sueña con viajar por el mundo tomando imágenes y viviendo de ese trabajo, que por ahora, sólo es un “hobbie”.
