El Secretario de Hidrocarburos aclaró que no hay información oficial, pero desde diciembre pasado están consultando qué va a hacer YPF con las áreas concesionadas en la provincia, ante la desinversión que se observa desde hace tiempo. Dijo que se han labrado multas por una serie de incidentes que se vienen sucediendo, si bien el cobro es tema aparte, porque hay recursos de la petrolera que siguen en el circuito administrativo. Admitió la preocupación de los trabajadores, no sólo por la pérdida de puestos de trabajo que, en caso de una retirada, se tienen que garantizar, sino por los incumplimientos en materia de Seguridad e Higiene, por lo que está interviniendo el Ministerio de Trabajo. La discusión es política y la lleva adelante el gobernador, en un intento por “mejorar la relación” con la empresa que preside el kirchnerista Pablo González. La realidad es que “todos los cañones apuntan a Vaca Muerta y este desarrollo podría revertir la balanza comercial del país en exportaciones de combustible para generar divisas, porque estamos hablando de uno de los mayores yacimientos del mundo”, defendió, advirtiendo que “las áreas de Tierra del Fuego son más marginales”. No hay intención por ahora de revertirlas y se plantea la posibilidad de que YPF “venda” sus acciones a un tercero.
Río Grande.- El secretario de Hidrocarburos Alejandro Aguirre fue consultado por Radio Provincia sobre las distintas publicaciones que hablan de una retirada de YPF para el mes de octubre, y la preocupación generada en el sindicato, dado que hay unos 670 puestos de trabajo directos e indirectos, al margen del impacto que tendrá en las regalías y en la operación de Roch a través de la monoboya que se estarían llevando.
“Estas versiones vienen hace tiempo y son versiones periodísticas que aparecieron en algunos portales especializados”, sostuvo el funcionario, y se remitió a una reunión que mantuvo el gobernador “en diciembre pasado”, con “el presidente de YPF, que en ese momento era Guillermo Nielsen”. Ya entonces le preguntaron “cuál era la realidad de YPF, que es la empresa más grande del país, dado el desfinanciamiento que tuvo en el período anterior. Son públicas las deudas que tienen y particularmente gran parte del negocio de YPF pasa por la venta de combustible en las estaciones de servicio, por eso apuntaron a ir incrementando el precio del combustible, a partir de autorizaciones que da el gobierno nacional”, dijo.
Con un pie afuera
Si bien no hay respuesta oficial, Aguirre señaló que “en lo que tiene que ver con las operaciones, todos los cañones apuntan a Vaca Muerta. Hoy ya el 70% de lo que produce Neuquén es de Vaca Muerta, de yacimientos no convencionales. En su momento se hicieron las campañas piloto para ver la potencialidad real, esto se continuó y este desarrollo podría revertir la balanza comercial del país en exportaciones de combustible para generar divisas, porque estamos hablando de uno de los mayores yacimientos del mundo”, subrayó, coincidiendo con la prioridad de estas inversiones para los intereses del país.
“Las áreas de Tierra del Fuego son más marginales, estamos alejados de los centros de distribución y el petróleo que produce YPF no entra en las refinerías argentinas. El único que entra es el de Total, que es un petróleo más liviano, y de allí se hace la nafta Shell. El petróleo de YPF y Roch se exporta a Holanda por vía marítima y, como no tenemos instalaciones portuarias, se utiliza la famosa monoboya”, apuntó sobre este punto de carga del crudo a los barcos que no estuvo operativo por largos meses.
“En Tierra tenemos dos monoboyas, una operada por Total y otra por YPF, que están a una distancia de 100 kilómetros en línea recta. La siguiente monoboya está en Comodoro Rivadavia y no hay otra. Con la rotura en 2019 estuvimos haciendo contactos por el tema repuestos, viendo la normativa internacional, y en ese contexto se están analizando las inversiones de YPF”, expresó.
Pidió tener en cuenta “que todo esto no se hizo en la gestión anterior, porque se tendría que haber ido controlando en su momento la situación. Si evaluamos el monto de las inversiones de YPF, superaron los acuerdos de prórroga de 2014. En ese momento estaba Apache, que vendió en 2016 los activos a YPF. YPF tomó la operación de esas áreas y en ese período se hicieron una serie de inversiones importantes que apuntaban a descubrir nuevos yacimientos. Todo esto era obligado por los compromisos de los acuerdos de prórroga firmados en 2014 en la gestión de Fabiana Ríos. Las inversiones fueron superadas, no tuvieron éxito exploratorio, pero se hicieron varios pozos”, aseguró.
Incidente tras incidente
Tal como lo dio a entender ayer el secretario general del gremio de Petroleros Privados, los derrames y contaminación ambiental son frecuencias por la falta de mantenimiento y Aguirre dio a conocer la intervención que ya tomó el área de Ambiente. “Lo que estamos viendo ahora es que no hubo gasto operativo, que se denomina OPES. Tenemos CAPES y OPES. CAPES es la inversión, el dinero que uno pone con la expectativa de tener una devolución; y luego está el gasto operativo, que es mantener caños, reemplazar válvulas, y en mantenimiento sí hubo un decaimiento importante, porque han apuntado los cañones a algunas plantas en particular en San Sebastián, y a otras no”, reconoció.
“Se sumó la pandemia, con falta de gente en el campo. El año pasado hubo un incidente y aplicamos la primera multa. En la época de Menem la máxima multa que se podía aplicar era de 205 mil pesos y recién el año pasado a través de un DNU se establecieron nuevos montos de multas. En ese incidente hubo un derrame por una válvula manual que quedó abierta, o sea que alguien la abrió y después no fue a cerrarla. Eso hubo que remediarlo ambientalmente y ahí intervino la Secretaría de Ambiente que depende del Ministerio de Producción, y nosotros fijamos una multa de casi 145 mil dólares”, informó.
No obstante, las multas no se han pagado: “Después todo eso entra en la etapa administrativa, recursiva, hay derecho de defensa, recursos de reconsideración. Siguieron habiendo incidentes mayores y menores, y en esto no minimizamos los accidentes. Un incidente menor es un derrame no mayor a 5 metros cúbicos por ejemplo. El último fue un incendio de menores proporciones porque fue un lugar muy chico, pero hubo dos personas afectadas. En todo este interín fuimos haciendo intimaciones, pedimos respuestas, hemos charlado con el gremio que va viendo las notas que presentamos. También en febrero o marzo cambió el presidente de YPF, que es Pablo González y era funcionario de Santa Cruz”, argumentó sobre la demora o inexistencia de respuestas de la petrolera.
“Nosotros le preguntamos directamente a YPF si tienen pensado vender estos activos y no hemos tenido respuesta formal. Oficialmente no tenemos información de que YPF esté vendiendo sus activos. Lo que tiene que mantenerse, y ya lo hablamos con el gremio, son las fuentes de trabajo. No pueden afectar la mano de obra, sobre todo en este contexto de pandemia, porque está prohibido el despido”, subrayó, pese a que según el dirigente del gremio Luis Sosa ya se están acordando renuncias en forma individual, sabiendo que “son puestos que no se van a recuperar”.
Una discusión política
Con un gobierno provincial y nacional del mismo color político y una campaña en medio, resulta difícil pensar en que se haga valer la ley y se reviertan las áreas. La discusión es política y así lo expuso Aguirre: “Nosotros estamos aplicando todas las herramientas que nos impone la ley para ir sobre todas las situaciones que tienen que ver con el cumplimiento legal de la operación, pero también tenemos en cuenta que hay una decisión estratégica de YPF, que ha trasladado a la mayoría de su gerencia local y hoy depende de Comodoro Rivadavia. Los que están aquí no tienen decisión sobre determinadas cuestiones hasta que no reciben la orden de Comodoro Rivadavia, y el mismo problema está teniendo el gremio, porque en cuanto Recursos Humanos no tiene con quién reunirse acá, porque no tienen poder de decisión”.
“Esto está en cabeza del gobernador, que está continuamente informado y está haciendo las tratativas en Nación para revertir esta situación. La problemática se divide en una cuestión operativa y de inversión, donde hay que mejorar las inversiones para que tengan resultados; el tema mano de obra que tiene que ver con lo laboral y con seguridad e higiene, porque el gremio está preocupado con esto, venimos hablando con ellos y estamos interactuando con el Ministerio de Trabajo para que se den las garantías de seguridad y mantenimiento de los puestos; y luego está lo político y se está tratando de que mejore la relación entre la provincia e YPF”, detalló el secretario.
Al ex presidente de HIFUSA
Por último como ex funcionario de la gestión Ríos, Alejandro Aguirre cargó contra las críticas recibidas del ingeniero Oscar Suárez, ex representante de la provincia ante la OFEPHI y lo llamó “agorero” por sus expresiones en nuestra edición de ayer.
Si bien dijo no querer “entrar en controversia con una persona que no vive en Tierra del Fuego desde hace veinte años”, recordó que Suárez “fue ex presidente de HIFUSA y el gran causante del escándalo de la compra de una refinería usada en Canadá, que después quería vender acá como nueva. Pagó el plato la gente que estaba en el Directorio y él se tuvo que ir de la provincia. Incluso estando en la OFEPHI los manejos que hacía no eran muy claros. La verdad no quiero darle más entidad y evidentemente fue muy buena la decisión que tomó en su momento la gobernadora Fabiana Ríos al reemplazarlo y poder buscar una renovación en la OFEPHI, que hoy está trabajando muy bien. Ahora está haciendo campaña para contratar a gente que él mismo contrató siendo presidente de HIFUSA y terminaron armando el escándalo. Son cuestiones que me parecen muy espurias y no hay que darle mayor entidad a estos personajes a los que cada tanto les gusta tener una tapa”, concluyó.