El Concejo Deliberante aprobó por unanimidad el reconocimiento a don Daniel Alberto Ibarra Torres, primer Agrimensor de Río Grande, con la nominación de una de las calles del barrio San Martín Norte, recordando así a un insigne vecino, en el marco del Centenario de la Ciudad. El proyecto fue impulsado por el edil del MPF Pablo Llancapani y tuvo el acompañamiento unánime de los concejales de la ciudad. A poco más de un año de su fallecimiento, su hijo Martín Ibarra lo recordó como un hombre de bien involucrado con los vecinos de la ciudad que lo vio nacer.
Río Grande.- En el marco de la VI Sesión Ordinaria del Concejo Deliberante los ediles aprobaron por unanimidad la iniciativa del concejal Pablo Llancapani (MPF), que reconoce al primer Agrimensor de la ciudad, don Daniel Alberto Ibarra Torres.
El propio edil mopofista contó que “junto a mis compañeros concejales, dimos tratamiento y aprobamos diferentes proyectos para nuestro querido pueblo de Río Grande. Desde nuestra banca, impulsamos un proyecto que busca reconocer con su nombre en una de nuestras calles a Daniel Ibarra, quien fue el primer agrimensor originario de nuestra ciudad y de nuestra provincia”, resaltó Llancapani.
Agregó que don Daniel Ibarra, “fue un hombre con un alto compromiso social y una gran trayectoria como profesional. Desde nuestro bloque, sentimos la necesidad de que su memoria perdure y no sea olvidaba para quien tuvo un gran amor y compromiso por Río Grande”.
Según detalló el concejal del Movimiento Popular Fueguino, la calle será denominada ‘Agrimensor Daniel Ibarra’. “Estamos convencidos desde nuestro espacio, que reconocer a los nuestros es la única forma de que la historia de nuestro pueblo perdure”.
En tanto el hijo del extinto vecino, Martín Eladio Ibarra Medina, con 30 años de diferencia, también estudió en el mismo colegio que su padre, el ‘Don Bosco’ y asimismo se recibió de Agrimensor en la misma universidad que su padre, la Universidad Nacional del Sur de Bahía Blanca.
Una familia unida en el recuerdo
Mamá Rosa Medina, oriunda de La Paz, Entre Ríos, se radicó con su hijo Fernando Páez, el hermano mayor de Martín, en la ciudad de Río Grande.
“Fernando vino con mamá, cuando ella se radicó en Tierra del Fuego. De muy chica, ella y Fernando se fueron a San Andrés, partido de San Martín en Buenos Aires. Luego se vino para el sur donde conoció a papá”, recordó Martín.
“De la unión de papá y mamá llegamos Martín Eladio Ibarra Medina, el que habla, y Noelia Ayelén Ibarra Medina”, añadió.
Noelia es Licenciada en Administración de Empresas y está radicada en Bahía Blanca. “Se fue a estudiar y se quedó por allá”, compartió Martín.
“Fernando se dedicó a trabajar en el comercio acá en la ciudad, trabajó en varias firmas; después entró en la actividad petrolera y ya no largó más. Se radicó en Las Heras, Santa Cruz, donde sigue trabajando en los yacimientos petroleros”, contó.
Con mucha emoción recordó que su padre “nació en Río Grande el 5 de abril de 1954; todo lo que pueda decir de él va a ser poco, solamente quienes tuvimos la posibilidad de compartir tiempo con él podemos entenderlo. Fue una persona de bien, recordada por muchos vecinos principalmente por su esencia y su ser, siempre presente y parte de la vida en sociedad en la ciudad y en la provincia principalmente”, valoró Martín.
Agregó que “supo estrechar vínculos a nivel nacional en lo que refiere a la que era su profesión de Agrimensor y siempre presente en muchas otras acciones, militancia política en la conformación del Movimiento Popular Fueguino, funcionario de los primeros gobiernos provinciales, gratamente siempre me encuentro con personas que me dicen: -‘ahhh sos el hijo de Dani, el Negro o el Agrimensor’ y me considero afortunado a que todos suelen ser elogios los que completan esa frase. Eso fue siempre así incluso cuando aun estaba físicamente”.
Ponderó que su padre “fue un apasionado de la vida, tradicionalista y algo gruñón a veces también como buen fueguino. Gustoso de la adrenalina y la velocidad, supo ser participe de varias ediciones del Gran Premio de la Hermandad (GPH), junto a su viejo -mi abuelo- en la década del 80, con algunos amigos de la vida en ediciones posteriores, como broche de oro junto a dos de sus hijos, conmigo en tres oportunidades y junto a mi hermana Noelia en 2013”, relató.
En ese sentido confió que “durante algunos años fue integrante de la Comisión Directiva del Automóvil Club Río Grande, en algún puesto de control del GPH y juntamente con mamá brindaban su tiempo y calidez en la cocina del autódromo durante los eventos que allí se realizaban”.
“Algo a reconocer por familiares y amigos, sin dudas sus asaditos, corderos al palo, las cazuelas en Aurelia, en el Raid Náutico, incansable colaborador, solidario y comprometido”, elogió.
Reconocimientos
También hace unos años, para ser precisos el 12 de julio de 2012, el Concejo Deliberante le brindó un reconocimiento en vida distinguiéndolo por sus 35 años de trayectoria profesional como Agrimensor (Decreto N° 091/2012).
“Este punto culminante de su condición profesional, fue también un claro reconocimiento a su activa participación en la vida institucional y social de nuestra ciudad y de su querida provincia”, fundamentó en la última sesión, el autor del reciente reconocimiento, Pablo Llancapani.
En ese sentido, el edil comentó que “esta relevante trayectoria, registra a posterior su decidida participación en la creación del Consejo Profesional de Agrimensura entre los años 2013/2014, hecho que plasmaran las leyes provinciales 971 y 978, alcanzando otro gran objetivo de su carrera profesional, organismo que vale destacar, presidio y condujo por dos mandatos consecutivos”.
Don Daniel Alberto Ibarra falleció el 3 de septiembre del año pasado, a los 66 años.
El Proyecto de Ordenanza aprobado
Al exponer su proyecto en el recinto de sesiones, el concejal Pablo Llancapani recordó que “el año 2020 pasado, nos sorprende con su deceso, hecho que a toda su familia y para quienes compartimos gran parte de su vida, resulto un duro golpe”.
Agregó que “Daniel Alberto Ibarra, primer agrimensor originario de nuestra ciudad, está en cada rincón de nuestra tierra, está en el recuerdo de cada vecino que supo de su profesionalismo, está en un lugar de privilegio de quienes compartieron su militancia, su fervorosa participación deportiva y por sobre todo, su amistad”.
Destacó que en este contexto, “venimos hoy a requerir se designe una de las arterias de nuestra ciudad con su nombre y apellido, en la absoluta certeza que con este gesto lograremos un merecido reconocimiento para todos los tiempos”.
Justamente en la parte dispositiva de la iniciativa legislativa manda que se denomine con el nombre de ‘Agrimensor Daniel Alberto Ibarra Torres’ a una calle de la urbanización San Martín Norte, procediéndose a través del área municipal que corresponda, a la colocación de la señal vertical correspondiente con esta justa denominación.