Juan Carlos Duarte, uno de los propietarios de la empresa El Dorado SRL, que ya ha comenzado con la fabricación del tradicional ladrillo rojo en la provincia, habló de la gestación de este emprendimiento que ya cuenta con 30 empleados y aspira a producir para la región. El recurso material se encuentra en abundancia y en una variedad que no todos los lugares tienen, además destacó que hay recurso humano para el desarrollo, hasta el momento hecho con esfuerzo propio de la familia. La inversión supera los 100 millones de pesos y este nuevo producto para la provincia, dado que sería la primera fábrica de ladrillos, puede modificar el concepto de construcción, por la reducción de costos con un material de calidad, con virtudes decorativas.
Río Grande.- Juan Carlos Duarte, propietario de la fábrica El Dorado SRL, visitó los estudios de Radio Universidad para dar detalles de este emprendimiento que ya se lanza a producir el año próximo con el fin de abastecer la región.
La empresa se encuentra ubicada en Guayaquil 85 de la ciudad de Río Grande y la fabricación de ladrillos “nace por la influencia que genera la universidad, porque en parte soy hijo de esta universidad –dijo Duarte-. Mucha gente cree que las cosas no se pueden hacer o, si se pudiera, ya lo hubiera hecho alguien. Las limitaciones están más en nuestra cabeza que en otro lado y pensamos que se podía hacer, luego buscamos los recursos que teníamos y encontramos un montón. Lo empezamos casi como un hobby, sin pensar en ganar dinero en poco tiempo. Esto es como la obra de un artista y obviamente queremos vivir de eso, pero lo más importante es hacer el cuadro”, sostuvo.
Lo cierto es que materia prima hay, y de sobra: “La isla prácticamente está ubicada sobre arcilla y hemos hecho sondeos en distintos lugares y tenemos una variedad impresionante. Hemos muestreado siete diferentes para distinto tipo de aplicaciones, algunas más plásticas que otras y se pueden hacer combinaciones. Hoy estamos produciendo a una escala piloto, y podemos hacer unos 45 mil ladrillos por semana, que serían entre 22 y 23 camiones. A diferencia del ladrillo tradicional con barro y paja, estos son solamente de arcilla. La ventaja tanto del ladrillo macizo como del bloque hueco es que tiene más resistencia que el común, la junta es mínima, por lo que pasa menos frío y humedad, y la colocación es mucho más rápida”, indicó.
“Estimamos que en una población de 250 mil habitantes se estaría consumiendo un millón de unidades por año, una vez que la gente lo sepa utilizar y confíe en este material”, señaló sobre las perspectivas.
En cuanto a la maquinaria, “se trajo de Brasil y fue un trabajo arduo hacer la selección, viajar, conocer a los proveedores, y también nos afectó la crisis brasileña que demoró la llegada del equipamiento. El horno se desarrolló en Brasil especialmente para nosotros para trabajar con gas, pero tuvimos problemas con el abastecimiento porque la conexión a la red estaba lejos. Cuando quisimos hacer la instalación del gas, nos encontramos con que no teníamos disponibilidad, y terminamos haciendo un cálculo de costos para utilizar energía verde, con residuos de madera, cuya quema no genera contaminación en el ambiente y además genera empleo, porque tuvimos que armar una pequeña planta de procesado de palets”, señaló.
“Hoy tenemos 9 personas solamente en la parte de fabricación de ladrillos, y en total estamos cerca de los 30. El año que viene vamos a estar trabajando con 12 personas al inicio en la fabricación de ladrillos y a medida que aumentemos la producción estimamos llegar a las 30 personas para este sector. En nuestra mejor época habíamos pasado las 60 personas”, observó, dado que la pandemia impactó en esta empresa como en tantas otras.
Hecho en casa
Cabe destacar que la estructura de los hornos fue realizada con la misma producción de ladrillos. “El proveedor mandó los planos y además la capacitación para usar las máquinas y el desarrollo del producto en general. Llevamos las primeras pruebas a Brasil para que dieran el visto bueno, porque parte del contrato era la supervisión del lugar y por la pandemia perdimos otro año. Inicialmente planificamos producir para Tierra del Fuego. Hoy es caro traer ladrillos y también es caro sacarlos, pero podríamos cubrir Río Gallegos, Punta Arenas, y obviamente Ushuaia y Tolhuin. El modelo de negocios en América es de empresas locales para evitar justamente los fletes, que son muy significativos en todos lados, más en Tierra del Fuego. Esto de demandar productos a tres mil kilómetros como hacemos nosotros, no existe en otros lados. Nuestra expectativa es abastecer la provincia y sería una bendición si podemos llegar a Río Gallegos”, dijo.
Sobre la posibilidad de abastecer al resto del país, aclaró que “todavía no hemos hecho ninguna gestión para poder exportar al Continente pero cumpliríamos con todas las normas, porque el producto es 100% fueguino. Es una combinación de arcillas adecuada, humedad, energía y mucho trabajo. Desde ese punto de vista es tan genuino como un cordero”, subrayó.
Reciclado de vidrio
También se lo consultó sobre la posibilidad de incorporar vidrio, teniendo en cuenta que quedan grandes residuos porque no se puede sacar de la provincia. “El vidrio es básicamente sílice, tiene algunas aplicaciones en la industria y se está probando en otros países. No le aporta nada significativamente al ladrillo, sin embargo tenemos la intención de usar el ladrillo para inactivar el vidrio, para que no quede tirado en el campo y contamine. Si no lo podemos reciclar, nos planteamos poder encapsularlo. Si se incorpora un 2% al ladrillo, buena parte sale del medio ambiente. Lo que buscamos es retirarlo, y hasta un 5% no altera el producto. Lo mismo que planteamos para el vidrio fue lo que hicimos con la biomasa, para el uso como combustible, con el fin de sacar el ambiente también los residuos de madera”, expresó.
“Hemos hecho un ensayo de laboratorio para trabajar con residuos de aluminio, por la cantidad de productos que llegan en latas, pero el reciclado es caro y lo que podemos hacer acá es compactarlo. En algún momento pensamos hacer experiencias con la empresa Ingenio Verde para ver qué podemos hacer. Es una empresa radicada acá con la que no tenemos ningún convenio comercial, pero hemos pensado en otros usos que le podemos dar a nuestro horno. Hasta ahora hemos hecho pruebas en un horno de laboratorio y se puede fundir. En realidad nosotros no estamos en el tema de reciclaje como ellos, pero está dentro de todas las cosas que podemos hacer”, afirmó.
Tipos de ladrillo
Se le preguntó sobre los tipos de ladrillo que están fabricando para el mercado local. “Tenemos expectativas de colocar tanto el ladrillo tradicional como el ladrillo hueco de 18x18x33, y también tenemos muchas expectativas con el ladrillo de techo –para uso como tejas-. También tenemos ladrillos especiales que hacemos en forma de arco, y hay mucha variedad. Argentina es un país que usa mucho ladrillo pero no lo ha diversificado, cuando en otros países hay muchas variantes, incluso decorativas”, observó.
Inversión millonaria
En cuanto a la inversión realizada, dijo que “fue de unos cuantos millones, tuvimos asistencia comercial de varios bancos como cualquier persona que tramita un crédito. Fuimos a los bancos como cualquier vecino a presentar el proyecto, la capacidad financiera y la asistencia requerida. Del gobierno tuvimos buena recepción y asistencia técnica, no económica”.
“La inversión supera los 100 millones de pesos, y el recurso más importante para cualquiera es el recurso humano. Eso está, lo mismo el compromiso y la pasión. Las cosas que no sabemos tenemos voluntad de aprenderlas, y teniendo eso uno puede hacer lo que quiera. Si mañana aparece un soñador que quiere hacer satélites, lo va a hacer, porque la capacidad humana está acá y a veces se subestima. He charlado con gente muy preparada, que no tiene posibilidades de desarrollarse”, manifestó.
Un producto competitivo
También hubo estudios sobre la ventaja sobre el ladrillo tradicional de cemento. “Una de las situaciones que analizamos fue la competencia, porque está muy instalado el bloque de cemento y algunos plantean que el ladrillo se rompe en el traslado, así que una de las soluciones que encontramos fue hacer un ladrillo más pesado, que es un ladrillo reposado y más resistente. La norma marca que el espesor de las paredes del ladrillo debe tener por lo menos 7 milímetros y no indica el máximo. Nosotros plantemos entre 10 y 12 milímetros, el ladrillo es más pesado pero igualmente pesa la mitad de un bloque tradicional. Nuestros ladrillos están pesando 8 kilos, uno traído del norte entre 6 y 6 kilos y medio, y un bloque pesa 20 kilos”, comparó.
“Si en uno piensa en un edificio, son más o menos 30 mil ladrillos, y le estaríamos sacando 300 mil kilos, que equivale a sacar 10 cargas de camión de la estructura de costos, así que es motivo para pensarlo. Además, está la manipulación, porque no es lo mismo estar colocando bloques todos los días que pesan 20 kilos, a bloques que pesan menos de la mitad. Además, hay ahorro de cemento, porque se pueden utilizar adhesivos que son mucho más económicos, se pone menos cantidad, y esto disminuye costos y tiempo. Una pared hecha con adhesivos se puede poner en servicio mucho más rápido que una pared hecha con cemento. El adhesivo es muy parecido al que se usa para colocar cerámicas y se usa poca cantidad”, remarcó.
Respecto de la comparación de precios, dijo que “en el continente está entre 110 y 150 pesos un ladrillo hueco de 18×18. Nosotros aspiramos a que el precio sea competitivo porque ese costo con flete sería mucho más caro y vamos a plantear un precio intermedio. No va a estar mucho más caro que comprado en el continente. El producto definitivamente es bueno y ya tenemos un camino iniciado. Tenemos un horizonte promisorio y veremos cómo lo vamos llevando. Ya nos han hecho un pedido de ladrillo macizo con fines ornamentales, para hacer un edificio como los que se ven el norte, con la fachada con ladrillo macizo”, concluyó.
Duarte dejó los contactos de la empresa, vía telefónica al (02964) 15458066 y 15458065, el horario de atención es de 9 a 18 horas, y tienen su página Web en Facebook como El Dorado SRL (www.facebook.com/eldoradosrl).