Irene Schloss, investigadora del CADIC, fue incluida en la publicación de Laboratorios Bagó como una de las científicas destacadas del país.
Ushuaia.- Recientemente, Laboratorios Bagó lanzó el libro Argentinas en la ciencia, con el objetivo de poner “en valor el prestigio de la ciencia argentina en el mundo, con foco en el importante aporte realizado por las científicas de nuestro país”.
Esta obra “recorre los desafíos que enfrentaron las científicas que nos precedieron, las de la actualidad y aquellas que están marcando un camino hacia el futuro. Muestra sus vidas, su vocación, sus logros y motivaciones”. La Dra. Irene Schloss, investigadora del Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC) y del Instituto Antártico Argentino y docente-investigadora del Instituto de Ciencias Polares y Ambientales de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego, forma parte de este recorrido por las mujeres científicas más sobresalientes de nuestro presente y futuro.
Irene Schloss cursó la licenciatura en biología y el doctorado en la Universidad de Buenos Aires. Ya desde los comienzos sus intereses se orientaron hacia el océano y, en consecuencia, decidió hacer un posdoctorado en Oceanografía en Quebec, Canadá. Su estancia en el país del norte se prolongó y luego durante unos 10 años, aproximadamente, se desempeñó simultáneamente como profesora asociada en la Universidad de Quebec en Rimouski (Canadá), como investigadora correspondiente del CONICET y en comisión para el Instituto Antártico Argentino.
Allí continuó formando recursos humanos, sus investigaciones fueron publicadas en revistas especializadas de alto nivel y, con paso firme, se fue posicionando en el área de los estudios antárticos a nivel mundial. En 2017 regresó a la Argentina y se radicó en Ushuaia para contribuir dentro del CADIC con una línea de investigación en Oceanografía Biológica, que centra sus estudios en los productores primarios de los océanos de la región antártica y subantártica.
“Si me preguntás por qué me incluyeron en este libro, la verdad es que no sé. Hay muchísimas colegas a quienes podrían haber incluido, investigadoras antárticas excelentes. Hay científicas de gran calidad en el país”, asegura la investigadora. Sin embargo, modestia aparte, los méritos no son pocos: Irene fue parte de una generación de mujeres que comenzó a abrirse paso en un mundo que en aquel entonces era mayoritariamente masculino y construyó su carrera como investigadora antártica desde 1987, cuando hizo su primera campaña en el continente blanco. En la actualidad dirige a tres investigadores y ocho becarios, lidera un importante laboratorio en el centro multidisciplinario de investigaciones más austral del mundo –el CADIC- y lleva adelante proyectos científicos de relevancia local, nacional e internacional. Además, ocupa lugares de importancia a nivel académico global como, por ejemplo, actuando en representación de Argentina en el Life Science Group en el Scar (Comité Científico de Investigaciones Antárticas).