El ministro de Defensa Jorge Taiana sostuvo que «la reactivación de la Base Petrel, es una manera de demostrar que para el país es una prioridad y no quedar rezagados frente a otros países que también están desarrollando puentes hacia la Antártida desde el Atlántico Sur. Está muy bien que todos los países se lo propongan, pero nosotros no podemos quedar atrás». Y lo consideró «fundamental» para sostener el reclamo sobre Malvinas.
Ushuaia.- En diálogo con Télam, el ministro de Defensa Jorge Taiana sostuvo que «la reactivación de la Base Petrel es una modificación del esquema estratégico de desarrollo argentino en la Antártida que acelera nuestra presencia en el continente, es una manera de demostrar que para el país es una prioridad y no quedar rezagados frente a otros países que también están desarrollando puentes hacia la Antártida desde el Atlántico Sur. Está muy bien que todos los países se propongan cosas así pero nosotros no nos podemos quedar atrás».
«Es obvio que el Reino Unido utiliza la ocupación de las Islas Malvinas para intentar fortalecer su reclamo sobre nuestro territorio Antártico, por eso es fundamental que Argentina avance en su desarrollo antártico y no quedar rezagados», añadió Taiana.
En efecto, el Reino Unido avanza desde las Islas Malvinas con un nuevo puerto de aguas profundas y el rompehielos «RRS Sir David Attenborough», que lleva bandera de la administración británica del archipiélago, participa este verano de su primera campaña antártica.
El ministro de Defensa remarcó que «hay que pensar la reactivación de la Base Petrel en relación con el sostenimiento del resto de las bases argentinas en la Antártida y con una mirada integrada al polo logístico que se construye en la ciudad fueguina de Ushuaia; Petrel y Ushuaia son las dos patas de un puente que estamos construyendo».
«Por su ubicación, -agregó- la Base Petrel es la que debiese ser la entrada principal a la Antártida para la Argentina, esto era así hasta que un incendio la dejó fuera de servicio en la década de 1970 y desde entonces ese rol fue asumido por la Base Marambio que está en una meseta a 200 metros sobre el mar lo que hace más costoso el desembarco de materiales».
Además, Taiana destacó que «Petrel está a nivel del mar y ya está allí la primera dotación de 18 militares que tienen el objetivo de consolidar la infraestructura para que este mismo verano pueda ser rehabilitada como base de invernada, hace muchos años que Argentina no habilita una base de verano como permanente, y es sorprendente que hayamos estado 50 años sin reactivar esas instalaciones».
«Este verano se van a recuperar de allí residuos y chatarra, mientras que en el astillero Tandanor se está trabajando en unos pontones que van a facilitar el desembarco de los materiales y el equipamiento necesario para recuperar la habitabilidad de la base y el hangar; además se van a llevar adelante los estudios preliminares necesarios para definir la ubicación del muelle en el que podrían operar los buques de la Armada y los vinculados al trazado de la pista principal y la auxiliar en las que podrían operar distintos tipos de aeronaves», precisó.
«La campaña antártica pasada fue reducida en actividades debido a la pandemia de Covid-19; este año hemos vuelto a la normalidad con las campañas de grandes despliegues que desarrolla Argentina en la Antártida pero sosteniendo todos los protocolos y medidas de cuidado que nos han permitido que hasta el momento no se registre ningún caso de la enfermedad en ninguna de las bases ni campamentos argentinos. En este sentido, es necesario destacar y reconocer el enorme compromiso de todos los militares, científicos y técnicos que cumplen con rigurosas cuarentenas y chequeos antes de viajar, especialmente los chicos que van a ir este año a Base Esperanza donde vamos a reabrir la escuela», remarcó.
Taiana recordó que «iniciativas como la reactivación de Petrel, el desarrollo de un buque polar o la construcción del polo logístico antártico de Ushuaia fueron puestas en marcha durante la presidencia de Cristina Kirchner» y advirtió que «la única manera de entender que hayan sido paralizadas durante cuatro años es por una falta de visión estratégica de hacia dónde va el mundo que no tuvo en cuenta que Argentina es el octavo país en extensión, uno de los pocos bicontinentales, con una de las fronteras terrestres más extensas y una vasta plataforma marítima».
«La Antártida es un continente que dispone de la mayor masa de agua dulce del mundo, además de recursos renovables y no renovables. Aunque todo está bajo el paraguas del Tratado Antártico, es razonable para Argentina como país antártico sostener su presencia y avanzar en el conocimiento de todo lo que a ese territorio respecta; estamos allí de manera ininterrumpida desde 1904 y no podemos quedarnos atrás o con una presencia limitada», concluyó Taiana.