La militante histórica del radicalismo, ex directora de la caja de previsión y dirigente de APOC, explicó su decisión de postularse como presidente del comité Ushuaia en las elecciones internas de la UCR. Con una larga trayectoria en el Tribunal de Cuentas a nivel sindical, ya jubilada aspira a sacar al radicalismo del letargo y la desmovilización, en especial en Ushuaia, donde cuentan con apenas 900 afiliados en condiciones de votar. Apostó a la combinación de la experiencia y la juventud, que hay que volver a recuperar para la renovación del partido y para sumar otras miradas. La lista lleva a Daniel Cano como candidato a presidente y va a competir contra el oficialismo el próximo 10 de abril.
Río Grande.- La militante histórica Elisa Dietrich, ex directora de la caja de previsión y dirigente del gremio que nuclea a los trabajadores de los órganos de control durante muchos años, dialogó con Radio Provincia sobre su decisión, ya jubilada, de volver a la arena política para disputar la presidencia del comité Ushuaia de la UCR, como candidata de la lista 4, que lleva a Daniel Cano como candidato a presidente del partido.
Ante todo reconoció que “es importante que un partido histórico como el radicalismo habilite internas, porque eso es fundamental para el ejercicio de la democracia y para la alternancia en la dirigencia política. Cuando nos enteramos de las internas, un grupo de afiliados se acercó y se presentó una lista prácticamente completa, porque solamente no presentamos candidatos de Tolhuin. Somos una alternativa más y creo que muchos afiliados se sienten desanimados de participar en la vida política del partido. De hacerse una interna con lista única no existiría incentivo para que un afiliado se presente a votar, porque ya se sabe el resultado”, expuso.
“Cuando se presenta una lista alternativa, genera movilización entre los afiliados, hay una posibilidad de cambio, otra mirada, y eso le estamos ofreciendo tanto al afiliado radical histórico como a los más jóvenes. La posibilidad de internas es una de las cuestiones más valiosas de nuestro partido y también nos hace más fuertes en presencia de militancia, que no ocurre en los partidos donde no existe esta dinámica y no se habilita la participación de los afiliados para decidir si quieren blanco o negro”, expresó.
Recordó que “históricamente había cuatro listas en las internas del radicalismo y hoy son dos, por lo cual el afiliado puede optar entre la continuidad de la conducción actual o votar por nuestra lista como una alternancia y una posibilidad de cambio, con una apertura mayor del partido. Tenemos una lista heterogénea con representantes de todos los sectores de la sociedad, trabajadores activos, jubilados, afiliados históricos, y hay juventud, aunque les cuesta militar en política. Nuestro eje es convocar al joven, para que transmita al partido lo que necesita y lo que ve. El mundo que ve el joven es diferente al mundo en que nos desarrollamos, porque hay una sociedad nueva, con otros intereses y nuevas necesidades, y no siempre uno puede captar todas esas necesidades. Por eso es importante que se sume la juventud a los partidos, porque los revitaliza y de ahí surgen las nuevas conducciones”, resaltó.
Desaliento general
Dietrich lamentó que haya tanto desaliento para participar y lo atribuyó a que “a los jóvenes se les ha mentido mucho. Se habla de la juventud y se los invita, pero una vez que el joven se acerca no se le brinda el espacio que necesita. El joven trae la impronta de querer cambiar el mundo, y a veces molesta que venga un joven y quiera hacer las cosas diferente de como se vinieron haciendo históricamente. No se canalizan las ideas que trae la juventud y eso los desalienta. Todo joven quiere generar un cambio y el entusiasmo que tienen es propio de su juventud, pero se les mintió mucho y no se les dio el espacio de protagonismo que necesitan, para que su mirada sea acompañada”, dijo.
“Yo tengo hijos y nietos que ya son adultos y también me plantean por qué me meto en esto, y dicen que todo es una gran mentira y son todos unos estafadores. Creo que ese es el concepto que tiene la juventud de lo que es la militancia dentro de un partido, o lo que se llama ‘casta’ política. Se entiende que todo el que milita en política es una mala persona y lo hace para beneficio propio, para robar, para sacar su provecho. Eso no viene de la nada, porque la juventud percibe la realidad y hay una gran decadencia en toda la Argentina, en todos los niveles, también en la política”, manifestó.
“Tenemos dirigentes que nos mienten alevosamente en forma constante y ni siquiera se ponen colorados. Hay un trabajo muy grande por hacer para adelante para demostrar que no todos somos lo mismo y que no todos militamos porque nos queremos hacer ricos y apoderarnos de los recursos del Estado”, planteó.
“Para mí participar en una interna es asumir una responsabilidad. Ya estoy jubilada y no tendría necesidad de asumir otro compromiso, que no me genera ningún beneficio. Este es el planteo que me hacen mis nietos, por qué meterme en esto cuando ya puedo estar tranquila, pero es una responsabilidad y quiero que la política no sea una mala palabra. No quiero que mis hijos o mis nietos el día de mañana se nieguen a participar porque creen que se pueden contaminar o es malo. Siento que mucha juventud piensa eso y hay que demostrar otra manera de hacer política, otros valores dentro de la política, y necesariamente todo lo que se realiza dentro de un sistema democrático va de la mano de la política: los acuerdos partidarios, los candidatos surgen de los partidos, y si no damos la posibilidad de que la juventud participe y construya, nunca van a ser líderes dentro de un partido”, advirtió.
Los paracaidistas
A propósito de los referentes de la juventud o los que dicen ser tales, atribuyó la aparición de “aventureros” por la ausencia de una militancia real de la juventud. “Terminan naciendo estos aventureros que aparecen con discursos grandilocuentes, que no suelen ser las mejores figuras para conducir el país o llevar adelante una política que incluya a todos, que baje el grado de virulencia, de agravio, de descalificación, que es la característica que marca la vida política de prácticamente todos los partidos. Esto harta, desanima”, subrayó.
“Nuestros ejes fundamentales residen en la experiencia que tienen nuestros afiliados históricos y la pujanza de la juventud, y en medio se va construyendo la nueva dirigencia. Es importante valorar la experiencia y trayectoria de los afiliados, que en muchos casos están desencantados, porque ven mucha palabra y pocos hechos respecto de la apertura del partido, de la inclusión de los jóvenes. Uno fue viendo el crecimiento del partido y es importante que la juventud lo conozca”, apuntó.
Apenas 900 afiliados
Un punto que puso de relevancia fue la escasa movilización en Ushuaia y el estancamiento que se evidencia, con un padrón de apenas 900 afiliados, pese a que las últimas presidencias han estado a cargo de referentes de la capital fueguina y hasta hace pocos años el municipio era radical. “Hemos nucleado un grupo muy heterogéneo y todos tenemos el mismo objetivo de tratar de conducir el partido hacia el futuro, sacarlo de la inercia en que está, de la falta de participación de los afiliados, y por supuesto apuntar a un crecimiento, porque nuestro padrón ha estado muy detenido. En Ushuaia tenemos más o menos 900 afiliados en el padrón, y en Río Grande nos triplican, porque han tenido una vida partidaria más activa siempre. El riograndense es más picante y tiene una impronta más enérgica. De eso tratamos de contagiarnos para avanzar en esta idea”, señaló.
Una reforma innecesaria
También opinó del llamado a reforma de la carta orgánica. “Para esta elección de convencionales constituyentes el partido ya ha decidido ir en un frente. Están construyendo sus espacios y sus candidaturas, y nosotros no compartimos la necesidad de Ushuaia de reformar la carta orgánica como se pretende. Las necesidades de la ciudad van por un camino diferente y son otras. Todos los desafíos en política son interesantes y, de poder tomar la gestión del partido radical en la provincia, nuestra palabra tendría un poco más de injerencia. Siempre los que deciden son los que están en las cúpulas, a veces sin siquiera dar posibilidad de participación al afiliado común de las decisiones que se toman. Nosotros decidimos darle al afiliado una alternativa, una lista para elegir entre unos y otros. Ya conocen la gestión que han venido llevando las autoridades actuales durante muchos años, y tienen la posibilidad de encontrar en la lista 4 una mirada distinta y una apertura. No decimos que somos los mejores ni los salvadores del partido, porque tampoco sería la verdad. Uno hace lo mejor posible, trata de tomar las mejores decisiones, pero no siempre el resultado es el que uno desea”, concluyó.