El Ministro de Trabajo de la provincia exteriorizó su optimismo frente a los datos de aumento de la actividad productiva y caída de desempleo, extraídos en base a relevamientos del INDEC, ANSES y AFIP. Aseguró que esto tiene estrecha relación con la situación epidemiológica y que, en la medida en que bajan las restricciones, la actividad vuelve a retomarse y crece el empleo registrado. Auguró cifras todavía mejores para el próximo informe, porque en este caso corresponde a relevamientos de fines de 2021, y los nuevos datos darán cuenta del impacto de la temporada turística en todas las actividades, además de la prórroga del subrégimen, que ha reavivado el interés por invertir en Tierra del Fuego.
Río Grande.- El ministro de Trabajo Marcelo Romero dio a conocer un nuevo informe sobre la actividad económica y dialogó con FM Del Pueblo sobre estos datos que despiertan “optimismo” porque son clara muestra de una recuperación.
Respecto del informe elaborado por el ministerio, dijo que “esto ha sido posible por los datos oficiales que tiene el INDEC, ANSES y AFIP, que hacen relevamientos provinciales y a nivel nacional. Esto nos ha permitido elaborar un informe amplio, de alrededor de 70 páginas”.
“Por suerte del 9,6% que teníamos a comienzos de la gestión del gobernador Gustavo Melella en diciembre de 2019, pasando por un pico en pandemia del 22%, tenemos ahora el 4,8% de desocupación. Esto habla a las claras de que las medidas tuvieron efecto, que hay una recuperación y más empleo registrado en la provincia”, celebró.
“Además de bajar la desocupación al 4.8% ha crecido la tasa de actividad al 45,5%. Este informe corresponde a los datos con que finalizó el 2021 y entendemos que el próximo informe va a arrojar mejores resultados. Si nos referimos a la provincia, la ampliación del subrégimen industrial a 30 años, ya genera expectativa y certidumbre a futuro; hay medidas que se siguen implementando en la provincia para mantener el empleo y dar vida económica al empleador, como el programa PROGRESO I y II. Hay idea del gobernador de darle continuidad y buscar herramientas para que nadie quede en el camino y puedan acompañar el desarrollo que intenta la provincia”, destacó.
El mayor empleador
El ministro subrayó que “este relevamiento se hace sobre el sector privado, que concentra casi el 70% del empleo en la provincia. Esto habla a las claras del gran desarrollo que tenemos y justamente le ha permitido a la provincia estar al tope del ranking nacional en empleo privado registrado durante siete u ocho meses”.
“Vuelvo a resaltar que hay una relación entre la situación sanitaria y la actividad económica. En la medida en que las restricciones se flexibilizan, la actividad económica vuelve, se recupera el empleo y sobre todo el empleo registrado. Obviamente si no hubiera existido un plan de vacunación fantástico como lo tuvimos en la nación y en la provincia, donde la prioridad fue siempre la salud, esto no sería posible. Tampoco si no se hubieran dado herramientas como los ATP y el IFE. Hay que remitirse a los hechos, que son suficiente argumento para explicar la situación que estamos viviendo”, sostuvo.
Mejores perspectivas
Agregó que “la extensión del subrégimen industrial es una herramienta fundamental para los fueguinos y la vamos a visualizar en el próximo informe, como también el impacto de los 200 mil turistas que han venido a Tierra del Fuego en la temporada, por eso marco este optimismo. El incremento de la actividad está centrado en la industria manufacturera de la provincia en un 40%, esto incluye electrónicas, plásticas y textiles en menor medida, pero sin dudas la actividad petrolera ha crecido también y sobre todo la incidencia de la actividad comercial minorista. Se ha vuelto a la actividad en general en toda la provincia y en particular en Ushuaia con el turismo”, expuso.
Respecto del dato de disminución de la tasa de actividad, recordó que “el informe es de fines de 2021 y el año pasado no hubo un crecimiento firme, sino que hubo variables que fueron retrocediendo, y entendemos que esto obedece a las cuestiones socioeconómicas de la nación, la inflación sobre todo, y la incertidumbre de la actividad comercial en la post pandemia; pero creemos que esto en 2022 va a ir mejorando sustancialmente”, concluyó.
Algunos puntos del informe
En la introducción del informe, el ministro resalta la importancia de hacerlo de forma trimestral “para analizar la evolución del empleo, y actualizar la información e ir cotejando y evaluando las posibles variantes”.
Comprende dos partes principales: la primera presenta un compendio del desenvolvimiento del empleo tanto en la nación como en la provincia desde el inicio de la gestión del gobernador Gustavo Melella. La segunda enmarca los resultados estadísticos del inicio de 2022, adentrándose en el tema productivo local.
En un análisis a la vez político que explica los resultados electorales del 2021, diferencia la asimetría de la recuperación. “Los sectores asociados al turismo (en particular destinados a sectores de ingresos medio altos y altos) lograron recuperarse rápidamente tanto por el incremento de los ingresos en dólares como por las políticas desplegadas por el gobierno. En sentido opuesto, los sectores más postergados, asociados a actividades informales, volvieron a la actividad, pero sintieron fuertemente la erosión de sus ingresos reales. Asimismo, quienes sobreviven gracias a transferencias del Estado no pudieron recuperarse, lo cual llevó a la necesidad de reforzar dichas políticas mediante aumentos puntuales” en los subsidios del Estado y ayudas especiales, como la AUH.
A la vez anticipa el nuevo escenario por la renegociación con el FMI: “La negociación con el FMI aparece como la principal herramienta elegida por el gobierno para evitar una crisis cambiaria. Es allí donde se inscriben las primeras señales de modificación gradual del esquema cambiario que se espera que se consolide en los próximos meses. En particular se espera un ritmo de depreciación del peso más acorde al ritmo de la inflación y se discute una posible suba de la tasa de interés que compense el mayor ritmo de depreciación”, dice, y adelanta que “la meta oficial de inflación -del 40%- se verá desafiada por la inercia inflacionaria, la necesidad de modificar tarifas, la estrategia cambiaria y la dinámica que se espera que asuman las paritarias luego de cuatro años en que no han podido recuperar lo perdido”.
“El crecimiento de la tasa de actividad es una de las expresiones del proceso de recuperación. El nivel de dicho indicador alcanzó el 46,7%, cifra similar al promedio de los años inmediatamente anteriores a la crisis sanitaria. En situación similar se situó la tasa de empleo, cuyo valor fue de 42,9%. Y la desocupación fue del 8,2%, alcanzando así el nivel más bajo desde fines de 2017. El empleo informal fue la categoría que más se expandió durante el último año, luego de haber atravesado el golpe más abrupto durante la etapa más crítica de la pandemia (-43%) y de haber quedado rezagado en la recuperación durante los meses subsiguientes. El crecimiento interanual del 32% de dicha inserción le permite estar muy cerca de equiparar los niveles previos a la pandemia. En esa situación ya se encontraban el empleo asalariado registrado y el trabajo por cuenta propia. El primero tuvo una caída contenida al inicio de la pandemia (como consecuencia de las políticas implementadas a tal fin) y, desde entonces, se encuentra en proceso de leve recuperación. El segundo se contrajo de manera significativa en el segundo trimestre de 2020 (-27%) y se expandió de manera acelerada durante la segunda mitad de ese mismo año”, analiza.
En uno de los cuadros que acompañan el informe, se observa que la estructura ocupacional “va retomando la fisonomía que tenía antes de la pandemia. En el tercer trimestre de 2021 el empleo fue recuperando la composición que tenía en el año 2019, con cada categoría ocupacional en niveles similares a los de dos años atrás. Entre octubre de 2020 y septiembre de 2021 se recuperó el 75% de los empleos formales destruidos entre febrero y octubre de 2020. Actualmente, el número de asalariados registrados en el sector privado es inferior en 47 mil al de febrero de 2020”, señala.
Puntualmente sobre Tierra del Fuego, hay un desglose de las actividades del sector privado y el porcentaje que ocupa cada una, y además se suma como dato la composición del empleo por género, con “un 34% del total del empleo asalariado registrado” en el caso de las mujeres. “Tal proporción sitúa a la provincia fueguina como la tercera jurisdicción con mayor participación de mujeres en el empleo formal, sólo por debajo de la Ciudad de Buenos Aires (38,9%) y Córdoba (35%)”, dice, al tiempo que marca un progresivo y sostenido aumento en las últimas décadas.
Frente a la heterogeneidad del mapa del país, Tierra del Fuego tiene “su estructura productiva está fuertemente atravesada por el subrégimen de promoción industrial que opera en el territorio y configura la actividad económica local desde la década del ‘70. Su producción está orientada a bienes electrónicos para el consumo masivo, destinados exclusivamente al mercado interno argentino. Además de ello se destaca la importancia de la actividad turística, que muestra una tendencia creciente y continua desde hace más de 20 años. Los recursos naturales son también un componente clave de la estructura productiva, especialmente en lo que refiere a los ingresos fiscales y las potencialidades para el agregado de valor”.
“El 28% del total del empleo registrado en el sector privado corresponde a la actividad industrial promocionada y el 86% de ese total se ubica en empresas grandes (superando en un 30% al promedio nacional). Por otro lado, el 75% del empleo industrial se concentra en dos ramas asociadas al subrégimen: Radio y televisión y Maquinaria y equipo. Per cápita, el Producto Bruto Geográfico de Tierra del Fuego casi duplica a la media nacional, alcanzando unos U$S 26.654”, de los cuales el 40% corresponde a la industria manufacturera, seguido de lejos con poco más de 16% por la explotación de canteras vinculada con la actividad de la construcción. La producción agrícola-ganadera no llega a un dígito de ese total, datos que marcan la total dependencia de la provincia de la promoción industrial. A esto, sumado que muchas microempresas prestan servicios a la industria y dependen también indirectamente de la promoción.
Es interesante el desglose que marca la naturaleza del empleo en cada localidad: “Se distinguen algunas diferencias entre Ushuaia y Río Grande. Lo primero para mencionar es que la diferencia de generación de empleo entre ambas ciudades es del 15% a favor de Río Grande. Estas estructuras proponen patrones distintos de localización empresarial, planteando una concentración relativamente mayor de empresas grandes y medianas en Río Grande, y una de pequeñas y micro en Ushuaia”, señala el informe, con cuadros informativos que muestran en detalle este contraste.
“Las actividades de agricultura, ganadería y pesca representan el 2,6% de las empresas provinciales (sumando 76 firmas), una proporción significativamente inferior a la de la Región Patagónica (7,8%) y al agregado nacional (10,2%). En el caso de minería y la extracción hidrocarburífera, la Patagonia posee un 1,8% de sus empresas que se dedican a esta actividad, el doble de lo existente en Tierra del Fuego (0,9%, con 26 empresas), cifra que multiplica por tres la cantidad proporcional de firmas en el total del país (0,3%). A nivel de actividad industrial, a pesar de su importancia en la generación de empleo local, la cantidad y heterogeneidad de firmas de Tierra del Fuego representa sólo el 7% de las empresas provinciales (193 establecimientos), 2,7% por debajo del agregado nacional para esta actividad, pero 0,7% por encima del de la región. En lo que refiere al sector de generación de servicios locales, la representatividad empresarial de la provincia es la más baja comparativamente, aunque en este caso esa cifra puede explicarse a partir de su escasa densidad poblacional, y las escalas mínimas que garantizan la provisión de los servicios básicos, contando con sólo 4 firmas que poseen dicha especialización”.
“La construcción es uno de los sectores que se destacan dentro de la estructura empresarial fueguina, representando una proporción de casi el doble (8,1%) que las firmas existentes a nivel nacional (4,5%) y sumando en total unas 225 empresas. El comercio y los servicios son los dos sectores de mayor importancia al considerar el entramado de establecimientos privados en Tierra del Fuego. Esta consideración se expresa a nivel proporcional y a nivel nominal, en donde en comercio hay 732 empresas y en servicios 1521. Para el primer grupo, sin embargo, el peso relativo dentro del total de establecimientos en la provincia es menor (26,4%) que el del agregado nacional (27,8%) y que el de la región (30,9%). Esta situación es la inversa a la que se observa en el caso de los servicios. Las 1521 firmas de esta actividad representan más de la mitad de las empresas de Tierra del Fuego (54,4%), un 7,6% más que para el agregado nacional y un 7,7% superior al peso que este sector tiene en la región de la Patagonia”.
La recuperación
Entre los sectores que se recuperaron con mayor velocidad en 2021, el de mayor relevancia se asocia a la industria promocionada y al conjunto de actividades de producción manufacturera dentro de ella, la cual pasa de ocupar un 26,9% del total del empleo en 2019 (más de 9000 trabajadores) a un 33,6% en 2021, cifra algo superior a la registrada para 2016, sumando 11600 empleos aproximadamente. Respecto a la actividad comercial, que es la segunda en importancia a nivel provincial, la tendencia es diferente a la del caso anterior, dejando observar que la recuperación de esta actividad presenta matices de mayor complejidad, ya que decrece de forma constante en los años analizados.
En cuanto al crecimiento de la actividad industrial, lo explica en una mayor demanda de bienes electrónicos de consumo en el país, derivado de las condiciones de aislamiento, la necesidad de operar de forma remota, que generó un incremento en el consumo de bienes tecnológicos. Se suma el consumo derivado de la actualización de electrodomésticos para el hogar, como televisores, aires acondicionados y otros artefactos que se producen en la isla. Tierra del Fuego provee más del 95% de los bienes electrónicos de consumo que se demandan en el país.
Un segundo aspecto del crecimiento radica en el aprovechamiento de las medidas de mitigación de la crisis, desplegadas por el gobierno nacional, ATP, REPRO, PROGRESO, que tuvieron una amplia recepción dentro del sistema económico local y particularmente dentro de las empresas que forman parte del subrégimen industrial fueguino. Un tercer eje tiene que ver con la acumulación de stocks para la producción que la industria local poseía antes de la crisis, que se logró poner en valor tanto por el incremento de la demanda local, como por las restricciones adicionales derivadas de la falta de divisas para importar materias primas y caída de la oferta de los proveedores internacionales. Este escenario permitió abastecer de manera casi inmediata el crecimiento de la demanda local.