El Dr. Fabián Zanini informó sobre la importante capacitación brindada este fin de semana para formar al personal y propietarios de los establecimientos ganaderos en las buenas prácticas de manejo. Además hizo referencia a la falta de políticas públicas para controlar todas las plagas de la provincia, ya identificadas como tales, en particular los perros asilvestrados. La producción ovina se redujo a menos de la mitad y siguen sin saber adónde se aplican los fondos previstos en el presupuesto para la ley de manejo. Advirtió que no sólo perjudica la actividad productiva sino el turismo, dado que hay filmaciones de personas haciendo trekking que han cruzado con estas jaurías y el desenlace puede ser fatal.
Río Grande.- El Dr. Fabián Zanini informó por Radio Universidad 93.5 y Provincia 23 sobre la reunión de productores ganaderos en estancia Buenos Aires, con la participación de representantes de la mayoría de los establecimientos, que realizaron capacitaciones el sábado y domingo y analizaron la situación del sector.
Como médico veterinario, destacó que son varias las capacitaciones que se vienen realizando y “ahora se abordaron las buenas prácticas en el manejo de ganado bovino, que se va imponiendo en la provincia por la pérdida de ovejas a raíz de los perros asilvestrados. Incorporamos a uno de los mejores especialistas del país, el Dr. Marcos Giménez Zapiola, que es sociólogo y trabaja en el tema desde hace muchos años. Por ejemplo, arriar las vacas en una manga a los gritos, con perros y palos, está reñido totalmente con las buenas prácticas de manejo, y lo que vino a hacer Marcos es a contarnos cómo se hace esto y las experiencias que hay en otros países, con los beneficios que esto trae. El objetivo es mejorar el trabajo diario y la calidad en el producto que se ofrece, que es carne que se consume íntegramente en Tierra del Fuego. Cuando uno tiene respeto por el bienestar animal, es transversal a todo y pasa por instalaciones adecuadas, personal capacitado, y propietarios imbuidos en el tema. Los cursos tienen que ver con diferentes aspectos y estamos dando dos o tres por año, porque la actividad rural es muy amplia”, sostuvo.
“Estamos más que contentos porque fue mucho personal rural, que es el que trabaja día a día y lo que importa es que la rueda se mueve. Esto es piramidal, va de arriba hacia abajo, y no tiene sentido que un trabajador rural conozca sobre las buenas prácticas si los propietarios y administradores no están en sintonía”, observó, estimando que “por lo menos hay 40 establecimientos y además hay establecimientos más pequeños en Tolhuin y en Ushuaia. Lo importante es que, tengan 10 vacas o 500, apliquen buenas prácticas porque eso redunda en un beneficio directo”.
La caída de la producción ovina
Un tema que no tiene solución desde hace décadas son los perros asilvestrados. “Estamos trabajando con el tema y es un partido que venimos perdiendo 20 a 0, por goleada. El perro se llevó puesta más del 50% de la producción ovina. Hoy la provincia no llega a las 300 mil ovejas cuando tuvo más de 750 mil hace 25 años. Estamos muy lejos de controlar el problema y estamos hablando de una plaga. La provincia tiene varias, el castor es la primera y la más grande, el zorro gris, la rata almizclera, el visón en su momento, el conejo, y se suma el perro asilvestrado. Cuando no hay conciencia en el manejo de especies exóticas, se vuelven una plaga y hay que exterminarlas porque son especies que no tienen nada que ver con la fauna del lugar”, expuso.
“De las plagas que tiene la provincia no se pudo controlar ninguna y hay un desapego de las autoridades encargadas del control, tanto nacionales como provinciales y municipales. Los programas de manejo y control son potestad y obligación de las autoridades gubernamentales y se está haciendo la nada misma”, aseguró.
“Alguien podrá enojarse, pero hay 600 mil hectáreas afectadas de manera obscena por los castores y seguimos en la misma. Los resultados son los mismos porque no se hace nada distinto”, manifestó.
Se le preguntó si es cierto que hay más perros que vacas y llegarían a los 60 mil. “Una cosa son los perros de la ciudad, y los dos centros urbanos más grandes tienen un piso de 35 mil perros, entre chipeados y no chipeados. Los chipeados en las ciudades no alcanzan el 35%. Aparte de eso, en la zona rural no hay registro ninguno que diga cuántos perros asilvestrados tenemos en el bosque. No hay ningún número certificado por algún trabajo y estamos a ciegas. Hace 30 años estamos hablando de lo mismo y no se ha dado respuesta desde las autoridades provinciales y municipales para encauzar el tema. Esto necesita de políticas públicas, de gestión de fondos para aplicarlas y me gustaría saber a qué se destina el dinero que va a manejo canino urbano, por ejemplo. La asignación de dinero se tiene que traducir en un efecto, si no, es tirar la plata, y lo que es más grave es que el funcionario tira la plata nuestra”, fustigó.
“En el pequeño trabajo que estamos desarrollando sobre perros asilvestrados hemos visto que pueden parir camadas de siete u ocho cachorros dos veces al año, pero no crían más que dos o tres. Hemos analizado con cámaras trampa que la misma perra que tiene una parición de siete cachorros a los tres meses le quedan dos o tres, e intuimos que los abandonan porque el alimento les da para dos o tres. Aun así, cada perra aporta cinco o seis cachorros todos los años”, advirtió.
Aclaró que “de ahí a decir que nos vamos a quedar sin corderos hay una distancia, porque la zona productora fuerte ha quedado de Río Grande hacia el norte y no tienen el azote del perro, que no llega al número que tiene el bosque. Está claro que donde entra el perro y se afinca, se lleva puesta la producción. Las 300 mil ovejas que faltan básicamente son de la ruta complementaria A, la ruta 3 sur, la ruta D, la ruta F, y ahí no ha quedado nada”, lamentó.
Agregó que “también atacan a los chulengos y el impacto más grande lo tienen en las especies chicas, básicamente cordero y chulengo, donde han hecho desastres. El guanaco es una especie protegida por ley y, si es impactada por algún factor externo, el gobierno debería medirlo, pero si hablamos con algún funcionario no tienen idea como para dar un número, aunque hay un montón de áreas que se ocupan de esto”.
“Hay que cambiar el paradigma y la mentalidad, cambiar la cabeza y entender que una plaga es una plaga. Esto está definido por estándares internacionales. Las plagas hay que eliminarlas y si todos estamos de acuerdo nos podemos parar en la misma línea de largada. Luego se necesita de un ente que aúne las distintas necesidades, porque los ganaderos tienen una, los trabajadores tienen otra, las asociaciones protectoras de animales también tienen otra, y tiene que haber alguien que se ocupe de esto”, planteó.
“Esto funciona con dinero público y tienen que rendirse cuentas, con un resultado de en qué aplicó el dinero. Si no hay resultado positivo, hay que cambiar la estrategia. Si a algún funcionario le cuesta encontrar el agujero del mate, diez cabezas piensan mejor que una, y hay que escuchar si hay gente que sabe más o puede conseguir el dinero. En esto tiene un rol muy importante el periodismo para saber preguntar sobre estas cuestiones, que no pasan por repartir folletos cuando vienen las vacaciones”, enfatizó.
“Las leyes están y tienen asignados fondos específicos, pero yo no vi un peso. No sabemos por qué no se ejecuta el presupuesto que tiene asignada la ley para el programa de manejo de perros asilvestrados. Esto está escrito y sancionado por la Legislatura. En julio pasado se hizo un pedido de informes sobre este tema a través del legislador Sciurano y todavía estamos esperando la respuesta. Uno ve que se gastan cientos de millones de pesos y en un tema importante que se llevó más de la mitad del ganado ovino y tiene asignados recursos, no tienen ni para cargar combustible”, criticó.
“Además esto afecta el turismo porque tengo filmados encuentros con perros asilvestrados de personas que estaban haciendo trekking. Es para abrir muchos los ojos y para aplicar políticas. No podemos esperar a que maten una persona o a un niño. El perro es un depredador y necesita alimento, que lo tienen por todos lados y no hay depredadores”, concluyó.