Aquel lluvioso sábado 1º de mayo de 1982 la Fuerza Aérea Argentina comenzaría a forjarse una reputación y reconocimiento a nivel mundial que, hoy en día, a casi 40 años, aún perdura en la memoria de propios y ajenos. Las siguientes líneas pretenden dar una breve crónica de los hechos, como humilde homenaje a quienes participaron en las acciones de combate y ofrendaron sus vidas en defensa de la soberanía nacional. 14 valerosos hombres ofrendaron su vida por la Patria ese recordado día.
Río Grande.- El día previo al inicio de operaciones, 30 de Abril, la Fuerza de Tareas Británica se hallaba reunida a 400 km al noroeste de Puerto Argentino. El vicealmirante Woodwar, ubicado en el HMS Hermes, tenía las órdenes de comenzar los ataques el día siguiente dentro del plan de acción de la Operación Corporate.
Las misiones llevadas adelante por aviones Sea Harrier de la Royal Navy serían complementadas con el despliegue de elementos de Royal Air Force, que desempeñarían operaciones de bombardeo con aviones Avro 698 Vulcan -Operación Black Back- (ver página 13). El objetivo era la destrucción de los aeródromos argentinos ubicados en Puerto Argentino, en la península de Fresynet (BAM Malvinas) y en el istmo de Darwin (BAM Cóndor), para impedir las operaciones de la Fuerzas Aérea Argentina logrando así la superioridad aérea.
Los aviones Vulcan partieron el 30 de abril desde la Isla Ascensión a las 19:50 hora argentina. El bombardeo sobre Puerto Argentino se produjo a las 04:40. Los radares argentinos detectaron a los bombardeos alertando a la Fuerza Aérea Sur (FAS), que impartió la alerta máxima inmediatamente de producido el ataque a las 04:43.
Los mandos de la Fuerza Aérea Argentina sabían que este era el primer ataque de varios que se sucederían a lo largo del día. En consecuencia, las secciones de aviones Mirage M-III y M-5 Dagger se alistaron armadas con misiles aire-aire Magic /Matra/ Shaffir y cañones.
A las 06:40 partieron de sus bases dos Mirage M-III tripulados por el Mayor José Sánchez y el Capitán Marcos Czerwinski (indicativo FIERA), que, habiendo sobrevolado Puerto Argentino, regresaron al continente sin haber encontrado actividad enemiga.
Continuando el ataque iniciado por los bombardeos Vulcan, a las 07:50, 12 aviones Sea Harrier del Escuadrón Naval 800 atacaron a unidades de artillería antiaérea como a las instalaciones del aeródromo de Puerto Argentino. El último ataque realizado tuvo como objetivo la BAM Cóndor.
En el bombardeo fue destruido un IA-58 Pucará, que se alistaba para despegar. Fallecieron el piloto Teniente Daniel Jukic y personal de tierra: los Cabos Principales Juan Rodríguez y Mario Duarte, los Cabos Primeros José Maldonado, Agustín Montaño, Andrés Brashich, Miguel Carrizo y José Luís Peralta.
Los reportes de ataques y despliegue de fuerzas enemigas llegaron al Comando de la Fuerza Aérea Sur. Durante aquellas primeras horas de acción la premura para responder la acción de los aviones británicos, como la falta de confirmación de los informes, tuvo como resultado que varias patrullas volvieran sin haber establecido contacto.
Esa mañana tuvo un rol preponderante la acción de las escuadrillas de Mirage M-III y M-5 Dagger en misiones de intercepción y cobertura aérea. A las 07:45 dos M-5, indicativo TORO, tripulados por el Capitán Carlos “Talo” Moreno y el Teniente Ricador Volponi (fallecería el 23 de mayo derribado por Sea Harrier), tuvieron el primer contacto con una PAC Británica guiados por el radar Malvinas.
Una acumulación de factores produjo que el combate aéreo no se extendiera. Los Sea Harrier, armados con misiles AIM 9L Sidewinder, podían permanecer en el teatro de operaciones por mayor tiempo. Los M-5 Dagger sin la posibilidad de reabastecimiento en vuelo, en desventaja en combate a bajas cotas, en caso de haber prologado el enfrentamiento se hubieran quedado sin la posibilidad de regresar a sus bases en el continente.
Dos Mirage M-III, indicativo TABLÓN, pilotados por el Capitán Gustavo García Cuerva y el 1er Teniente Carlos Perona, se interpusieron entre una patrulla de Sea Harrier que perseguía a una escuadrilla de A-4B, indicativo TOPO, comandada por el Capitán Hugo Palaver, salvando a los pilotos. Ambas unidades regresaron a sus bases a las 12:00.
Con horas transcurridas desde los primeros ataques a Puerto Argentino, la Fuerza Aérea Argentina pudo apreciar mejor la situación táctica para ejecutar misiones de ataque. A las 15:00, tres M-5, indicativo TORNO, comandados por el Capitán Norberto Dimeglio, atacaron con éxito a un Destructor Tipo 42 Clase Sheffield y a dos fragatas F-21, según la versión argentina. El reporte realizado por publicaciones inglesas identificó a las unidades como el HMS Glamorgan (clase County), HMS Alacrity y HMS Arrow dañada con impacto de cañones de 30 mm, falleciendo uno de sus tripulantes.
El efecto inmediato, en base a los testimonios recabados, fue el repliegue de las unidades de superficie que desde la madrugada bombardearon Puerto Argentino.
En el continente cuadrillas de A-4B y Mirage M-III continuaban partiendo en misiones de ataque y cobertura aérea, estas últimas para permitir el escape de las unidades perseguidas por PAC´s de Sea Harrier (la escuadrilla indicativa FORTIN cubrió el repliegue de TORNO provocando que los británicos abandonaran la persecución).
Nuevamente, el Capitán García Cuerva junto al 1er teniente Perona saldrían esa tarde a realizar misiones de cobertura sobre las islas, entablando combate sobre la Isla Borbón. El resultado de la acción se saldó con el derribo de Perona por la acción de un AIM 9L, que se eyectó siendo recuperado.
García Cuerva, ya sin combustible en sus depósitos, debió optar por eyectarse sobre las islas o aterrizar sobre la pista de Puerto Argentino para salvar su avión. Desgraciadamente, producto de la acción previa de Harriers y Vulcans, sumado a la desorganización reinante de aquella jornada, provocó que fuera derribado por fuego “amigo” de las baterías de artillería antiaérea.
Posteriormente, esa misma tarde sería derribado el 1er Teniente José Ardiles. Debido a fallas mecánicas en el aparato del Capitán Carlos Rohde, Ardiles continuo solo siendo guiado a un eco que resultaría ser dos aviones Sea Harrier. Aviones Pucará, provenientes de la BAM Cóndor, fueron testigos oculares de las acciones que provocaron el fallecimiento de Ardiles en combate.
En el continente se alistaron tres bombardeos MK-62 Canberra equipados con bombas MK-17. Serían interceptados en su misión por una PAC enemiga avistando en su trayecto al Portaaviones HMS Invencible.
Otra escuadrilla de bombarderos Canberra, indicativo RIFLE, armados con bombas de mil libras fueron interceptados. La aeronave comandada por los 1ros Teniente Mario González y Eduardo de Ibáñez sería derribada. Sus tripulantes se eyectaron sobre el mar no siendo recuperados.
El 1º de Mayo tuvo la actuación invaluable de las tripulaciones de Hércules KC-130, TC-69 Y TC-70, en misiones de reabastecimiento en vuelo para los aviones A-4B.
Los aviones del Escuadrón Fénix realizaron salidas de exploración y reconocimiento fotográfico, guiado de escuadrillas, diversión, retransmisiones. Estas acciones provocaron el despliegue de aviones enemigos para su intercepción generando huecos dentro del dispositivo de defensa enemigo. Los Learjet LR-35, C-130, C-500, empleados, en caso de ser atacados, no contaban con mayores defensas que el valor y pericia de sus tripulaciones.
En esa primera jornada del mes de mayo 1982, la Fuerza Aérea Argentina aprendió valiosas lecciones. Demostró al enemigo su voluntad y energía para luchar sin importar las diferencias tecnológicas. Los ataques realizados por los pilotos, al límite de alcance de sus máquinas, negaron el control total del espacio aéreo sobre el Teatro de Operaciones Malvinas, apreciando las debilidades del dispositivo de defensa enemigo.
La Royal Navy retiraría sus unidades de superficie fuera del alcance diurno de la aviación argentina. En adelante los bombardeos navales serian realizados por las noches para hostigar las posiciones argentinas en las islas.
No obstante, el Dios de la Guerra siempre demanda su precio: 14 hombres, entre oficiales, suboficiales y soldados conscriptos, ofrendaron su vida en defensa de la soberanía nacional. En aquella nublada y lluviosa jornada de 1982 la Fuerza Aérea Argentina comenzaría a escribir páginas de gloria en defensa de la soberanía de las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur.
Ofrendaron su vida por la Patria:
Capitán Gustavo Argentino García Cuerva
Primer Teniente Mario Hipólito González
Primer Teniente José Leónidas Ardiles
Teniente Daniel Antonio Jukic
Teniente Eduardo Raúl de Ibáñez
Cabo Principal Mario Duarte
Cabo Principal Juan Antonio Rodríguez
Cabo Primero Miguel Ángel Carrizo
Cabo Primero José Alberto Maldonado
Cabo Primero Agustín Hugo Montaño
Cabo Primero José Luís Peralta
Cabo Primero Andrés Luís Brasich
Soldado clase 63 Héctor Ramón Bordón
Soldado clase 63 Guillermo Osvaldo García.