Integrantes de la Filial de Rosario Central ‘Rita la Salvaje’ de Río Grande realizaron un importante aporte solidario en alimentos y juguetes al comedor ‘Juan Ruiz’ de la Margen Sur. De paso compartieron con los chicos una jornada inolvidable en el marco del Día del Niño. Los “Canallas” se comprometieron a realizar colaboraciones periódicamente a este comedor comunitario donde asisten unos setenta pequeños y sus familias y no recibe ninguna ayuda oficial.
Río Grande.- Integrantes de Filial de Rosario Central ‘Rita la Salvaje’ de esta ciudad, encabezada por su presidente Cristian Cortez, -quien fue acompañado por Bruno Comba, Leonardo Plasenzotti y Matías Pereyra y su familia- acudieron el pasado sábado 18 de agosto al comedor ‘Juan Ruiz’ a llevar una importante cantidad de alimentos y juguetes, en el marco del Día del Niño.
Dichos elementos fueron recibidos por el propio Juan Ruiz, a la sazón hincha de Rosario Central.
La iniciativa partió del hincha canalla Matías Pereyra quien la propuso al seno de la Comisión Directiva y fue apoyada por unanimidad.
Un trabajo a pulmón
Juan Ruiz administra este comedor ubicado en Rafaela Ishton N° 1555 –barrio El Milagro-, propiedad de una vecina que le prestó el pequeño espacio donde atiende los sábados y domingos en dos horarios, a partir de las 12 y desde las 17.
Concurren entre 60 y 80 personas, tanto adultos como niños, de este barrio y de otros aledaños como El Mirador y el 10 de Noviembre.
En ese pequeño espacio prestado, Juan Ruiz con sus colaboradores preparan las raciones de comida y también se las ingenian para que los pequeños tengan un lugar de esparcimiento y juegos, además brinda un taller de panadería gratis para adultos y un servicio de peluquería también gratuita al mes.
Principalmente el almuerzo consiste en platos calientes -como guisos- y en días festivos patrios, el tradicional locro.
Ruiz contó que “los chicos que asisten a nuestro comedor están escolarizados, pero debido a la crisis, los fines de semana necesitan de un suplemento alimentario y es por eso que existe esta demanda. La mayoría retiran las porciones y se las llevan a sus domicilios”.
Ruiz agradeció a la vecina Paola Orlotegui “porque generosamente nos presta el espacio físico, también con la posibilidad de ampliarlo para este noble servicio a los demás”.
Cabe destacar que este comedor no recibe ayuda ni subsidio alguno de parte de estamentos gubernamentales ni municipales. Se hace todo a pulmón y con la solidaridad de los vecinos de Río Grande.
Otro aspecto a tener en cuenta es que este comedor no posee agua potable ni cloacas, por lo que todo es mucho más difícil, ya que hay que llevar el agua para cocinar con una garrafa. El sueño de Juan Ruiz es que se institucionalice esta iniciativa como comedor comunitario y poder ampliarlo y proveerle de los servicios esenciales.