Por quinta vez en ocho años, la jueza de la causa por el crimen de Marianela Rago Zapata, la estudiante de periodismo fueguina que en 2010 fue hallada degollada y con 23 puñaladas en un departamento del barrio porteño de Balvanera, sobreseyó al ex novio de la víctima, Francisco Amador, y la causa vuelve otra vez a foja cero.
CABA.- Pese a que en septiembre del año pasado, la Sala VI de la Cámara del Crimen había revocado el cuarto sobreseimiento del imputado y ordenado una batería de medidas para seguir investigándolo como posible sospechoso, la titular del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 15, Karina Zucconi, resolvió dictarle nuevamente el sobreseimiento.
Ni la reconstrucción del hecho que se hizo en la escena del crimen con expertos, ni la junta médica sobre la mecánica del crimen, ni el análisis de una serie de lesiones que presentaba Amador y la querella cree que podían haber sido provocadas por Marianela en un intento de defensa, pudieron revertir la postura que hace años mantiene la jueza Zucconi sobre Amador.
“Se agotaron las medidas y nada de los que se hizo en el último año alcanza para sostener con el grado de probabilidad necesario, que el imputado haya sido el autor del crimen”, dijo a Online-911 una fuente judicial.
La fiscal del caso, Marcela Sánchez, analiza por estas horas si va a apelar el sobreseimiento.
La querella, a cargo de la abogada Verónica Cicchi, podría apelar en las próximas horas ya que cree que en el último año surgieron elementos que robustecen sus sospechas sobre el ex novio.
Amador, quien actualmente vive en Río Grande, Tierra del Fuego, se convirtió en sospechoso desde el inicio de la investigación por el supuesto pasado de maltrato hacia Marianela de la época en la que eran novios.
La relación estaba formalmente cortada pero se seguían frecuentando al punto de que dos noches antes del asesinato, Amador pasó la noche con su ex novia en el departamento de la calle Tucumán.
El joven analista de sistemas estuvo diez días preso por el crimen, apuntado como principal sospechoso por la familia de la víctima y por la fiscal Sánchez, pero luego el juzgado lo liberó por falta de pruebas.
Amador siempre tuvo una coartada confirmada, ya que la madrugada del crimen salió con una chica con la que estuvo primero en Palermo y luego en Caballito y, además, ninguno de los rastros del presunto asesino hallados en el lugar del asesinato le pertenecen.
Cinco son las evidencias científicas que durante la investigación se pudieron rescatar en la escena del crimen para poder hallar al autor del hecho, pero ya fueron cotejadas con Amador y otros posibles sospechosos, y siempre hubo resultados negativos.
Tres de esas evidencias son perfiles de ADN que fueron hallados en diversos elementos: una mancha de sangre en el jean de la víctima -el asesino se pudo haber cortado mientras apuñalaba a la víctima-, una colilla de cigarrillo y un porro de marihuana con un perfil mezcla perteneciente a Marianela y un hombre.
También hay una huella dactilar levantada de una lata de gaseosa “Paso de los Toros” sabor pomelo y una huella parcial de una pisada de un zapato de trabajo en la alfombra.
Marianela, de 19 años, fue asesinada el domingo 27 de junio de 2010 en el departamento que alquilaba en el 7° “A” de la calle Tucumán 2080.
Según la autopsia, la chica murió degollada y quien la asesinó le aplicó 23 puñaladas con una cuchilla como la que desapareció del cajón de la cocina de la casa.
Esa madrugada, esta estudiante de periodismo oriunda de la ciudad fueguina de Río Grande había organizado en su casa una “previa”, a la que sus amigos del sur fueron a jugar a las cartas antes de ir al boliche “El Bárvaro”, de Cabrera y Anchorena, Palermo, donde la vieron por última vez a las 8 de la mañana.
Para los investigadores, Marianela se encontró o fue abordada en la calle por alguien que esa mañana subió con ella a su departamento, cometió el asesinato y se llevó un reproductor de DVD, la laptop, un juego de llaves y un celular.
Al día siguiente, el lunes 28, su hermano fue quien la halló muerta en el living de la casa.
Estaba preocupado porque hacía 24 horas que no se sabía nada de ella. Aquel domingo en el que fue asesinada, la chica no fue a ver con su grupo de amigos el partido que Argentina le ganó 3 a 1 a México por los octavos de final en el Mundial de Sudáfrica 2010.
Desde ese día, ya pasaron tres copas del mundo y la Justicia no puede resolver el crimen. El caso está impune.
Fuente: Online 911