El ministro Maciel aseguró que a más tardar el viernes estará listo el edificio y se tomará personal

El ministro de Desarrollo Humano Marcelo Maciel expuso la voluntad de dar respuesta a los reclamos del área de Género, tras la renuncia de Noelia Laffitte, pero advirtió que la demanda creció en todas las áreas y se empiezan a notar los efectos de la pandemia, que se suman a la crisis económica y el proceso inflacionario, que impacta aún en los que tienen trabajo. Afirmó que están recibiendo cien oficios por mes y los casos de violencia de género siguen en aumento, también los problemas de niños y adolescentes. Está previsto en el corto plazo disponer de nuevos espacios e incorporar personal a planta, tanto de maestranza como profesionales, para reforzar las áreas críticas.

Río Grande.- El ministro de Desarrollo Humano Marcelo Maciel se refirió al conflicto en la Subsecretaría de Políticas de Género, cuya titular Noelia Laffitte decidió renunciar, ante la falta de respuesta a reclamos de mejoras en infraestructura y personal.

Por Radio Nacional Ushuaia reconoció que “hay bastante tensión con relación a cuestiones de demanda, que son válidas, pero en lo particular he tratado de no generar conflictos ni darle un contrapunto a nadie, para que no sientan que estamos en veredas de enfrente sino al contrario. Todos estamos interesados en que la prevención y lucha contra la violencia de género estén encaminadas”, dijo.

“Cuando me hice cargo, encontré un ministerio con muchas carencias. El lunes hablé con los directores de las áreas de niñez y me decían que hoy reciben más oficios que antes de la pandemia, con menos personal. Hay un país en crisis, de la cual se derivan un montón de cuestiones, situaciones de angustia, problemas de salud mental, violencia, conflictos, y son las que nosotros recibimos”, expresó.

“A nosotros nos vienen a golpear las puertas las personas que están en situación de vulnerabilidad y no es fácil, porque la sociedad no quiere ver esto y le da vuelta la cara. Es desgastante y necesitaría miles de personas en el ministerio, pero tengo 600 trabajadores, de los cuales 200 están de licencia o comisionados y han quedado 400 personas. Yo me saco el sombrero por ellos, y tengo siete secretarías. Hay una que es la Secretaría de Economía Popular y trata de ofrecer una herramienta para que la gente salga del circuito de la vulnerabilidad. En el caso del área de Género, lamento muchísimo la renuncia de la subsecretaria Noelia Laffitte, que es una gran trabajadora y militante de la causa de la mujer, y una gran funcionaria”, expresó.

“La renuncia se presentó el miércoles y charlamos el lunes por la noche. Tuvo problemas de salud, que no son graves y seguramente están relacionados con el estrés que atravesamos, y le dije que se tomara un tiempo antes de tomar una decisión apresurada, porque muchos funcionarios han tenido que poner el cuerpo en un contexto de pandemia y realmente están cansados. Uno respeta la posición del otro, aunque no la esperaba, pero ella merece mi respeto por la decisión que tomó”, manifestó.

“En marzo me reuní con el personal de género por una nota que me presentaron ante la demanda que tenían de infraestructura y personal, que son necesidades de todo el ministerio. Es verdad que hay respuestas que están llegando tarde y no hay dinero que alcance si no logramos cambiar el paradigma, hablarle al victimario, al que genera las situaciones de violencia que naturalizamos, porque la mujer está en desigualdad de condiciones a la hora de reclamar sus derechos. Naturalizamos que el hombre puede ejercer violencia porque la cultura es así y tenemos un gran desafío como sociedad. El personal está poniendo en evidencia, a través de esta medida, que tenemos que poner atención al tema, porque estamos recibiendo cien oficios por mes y tenemos que dar respuesta. Para poder responder cien oficios por mes de violencia de género necesito gente”, subrayó.

Si bien optó por no replicar declaraciones del personal, expuso su preocupación ante manifestaciones a los medios de “una trabajadora, que dijo a viva voz que el Estado ejerce violencia institucional. La persona que la escucha y está en su casa padeciendo violencia de género no va a ir a la oficina, porque no la van a atender, ni va a ir a buscar una ayuda del gobierno. Esto lo planteé al equipo porque es riesgoso decir eso, y una cosa es que haya falta de personal y otra que yo o el gobernador le digamos que no a la problemática de género”, diferenció.

“Cuando asumí senté a todo mi equipo para que hiciera la capacitación de la ley Micaela, que es obligatoria para todos los trabajadores del Estado y se lo planteé a los sindicatos, porque hay nuevos paradigmas y tenemos que dejar ciertos conceptos atrás. No puede ser que una mujer que venga a la oficina tenga que ser destratada porque la gente está cansada de atender. Somos servidores públicos”, enfatizó.

 

Primeras respuestas

 

El ministro expuso que “cuando hablamos de decisión política, estamos hablando de dinero. Hoy hay dinero porque se viene gestionando, con una administración mucho más ordenada. Yo no quiero prometer cosas que no voy a cumplir, pero de acá a un tiempo va a ser noticia que vamos a alquilar otros espacios para poder redistribuir el personal, tanto en Ushuaia como en Río Grande. Estamos buscando un alquiler en Tolhuin porque nuestro ministerio no tiene su espacio y hay una oficina en un barrio al lado del IPV para Desarrollo Humano, que tiene siete secretarías”.

“Hay pasos que se van a dar en infraestructura, dentro de los tiempos del Estado, porque debe haber licitaciones y eso va a suceder en el corto plazo. Respecto de los contratos y plantas permanentes, por un lado hay una exigencia del personal POMY que hace tareas de maestranza y mantenimiento, y ya hay una decisión política de este gobierno para que todos los PEL pasen a planta permanente, porque hay gente que está esperando hace 15 años. El gobernador dijo que tienen que entrar por antigüedad y van a ir entrando por tandas. Hay una parte que va a entrar para tareas de maestranza, que es uno de los reclamos que tengo en el ministerio”, adelantó.

“Otro de los reclamos es de personal capacitado, de abogados, psicólogos, trabajadores sociales, acompañantes terapéuticos, cuidadores domiciliarios. Hay una articulación que se va a hacer con el Ministerio de Educación para que parte de sus trabajadores que prestan servicios en gabinetes escolares puedan también prestar servicios en este ministerio. En una sola área, que es la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia, tengo 200 vacantes en la planta orgánica y, si de golpe entran 200 trabajadores, la gente no va a decir que es bueno y estamos fortaleciendo el trabajo del Estado. Me va a salir a pegar a mí y al gobernador por la gente que entró, por eso estamos cuidando el recurso administrativo. Va a haber ingresos a la planta, pero con estos perfiles, y hay que reunirse, entrevistar a la gente para que, más allá de su buena voluntad, sea gente capacitada. Necesita responder oficios, acompañar intervenciones, salir al territorio con una mirada profesional”, explicó.

 

Edificio terminado

 

Recordó que el conflicto se manifestó en Río Grande y “para recuperar el espacio de trabajo de Elcano 93 hubo una situación con el expediente de compras, hay comercios que no querían presupuestar ciertos materiales porque la dinámica de pago del gobierno no es la de un particular, y las compras se tuvieron que hacer en Ushuaia. Esto demoró la resolución de la mejora de ese espacio físico. El viernes se recibieron los materiales y todo el fin de semana la gente de Obras Públicas estuvo trabajando”.

“La oficina que el año pasado era de Discapacidad no tenía conectividad porque no podíamos lograr que las empresas locales nos dieran el servicio de internet. El equipo de Discapacidad pidió trasladarse a la oficina cuya inauguración se está esperando desde el año pasado. Cuando se da esta situación, el equipo de género tiene que volver a su lugar y ahí se da esta situación de dónde van a estar. Obras Públicas me dijo que el martes iba a estar terminado el espacio de Elcano y yo extiendo el plazo hasta el viernes porque puede haber algún contratiempo y no quiero generar mayores tensiones. El lunes acordamos con Discapacidad que van a permanecer en su edificio esta semana, las chicas de género van a seguir atendiendo en Alem 160, donde estuvieron trabajando todo este mes y es un edificio nuevo, y la idea es que el lunes próximo puedan recuperar su edificio, con más gente. Ahí trabajaban dos áreas, la Subsecretaría de Género y la Subsecretaría de Diversidad. Diversidad va a quedar en el edificio que tenía Discapacidad en calle Prefectura Naval, Género va a tomar el edificio de Elcano y pronto podremos tener inaugurado el espacio de Discapacidad, que es un edificio adaptado para la accesibilidad”, detalló.

 

Más conflictividad

 

El ministro fue consultado sobre este incremento de la conflictividad, que repercute en su área con más demanda y recargo de trabajo al personal. “Tendría que sentarme con los oficios para hacer un análisis más serio y no logré hacerlo todavía, pero sabemos que la pandemia ocultó muchos conflictos hacia adentro de la familia. Ya tenemos estadísticas de divorcios que se dieron producto del encierro de las familias, y algunos números sobre problemática de salud mental en niños, niñas y adolescentes a causa de la pandemia. El encierro, la falta de sociabilización en espacios educativos, ha generado un problema y todavía no estamos viendo la gravedad”, alertó.

“La gente de Educación me ha planteado que en las aulas se ven casos de niños muy chiquitos, en niveles iniciales, que lloran o quieren irse a la casa porque están preocupados por su mamá, cuentan lo que pasa y los gabinetes tienen un rol fundamental de contención en primera instancia, y después se deriva el caso a las áreas de protección infantil que dependen de mi ministerio”, dijo.

“A las secuelas de la pandemia se suma la situación de inflación del país, un escenario sociopolítico complejo. A mí también me esperan afuera de la puerta. Hace poco a las 10 de la noche cuando salía de trabajar un hombre me dijo que se iba a tirar de una antena y yo iba a cargar con eso sobre mi conciencia. Esa persona que me grita está desbordada y necesita encontrar a alguien en quien descargar su enojo. Estas cosas pasan, y lastimosamente le pasan a nuestros niños y adolescentes. Hay cosas muy difíciles de mencionar y hace muchos años tenemos uno de los índices más altos de suicidio adolescente. Es triste y es historia de nuestra provincia. Hay un trabajo complejo para realizar y todos somos protagonistas en la construcción de la paz social”, indicó.

“Tengo demanda que entra por las áreas de inclusión, a través de pedidos de subsidios, de materiales, acompañamiento alimentario, hospedaje. En Ushuaia la cuestión habitacional es muy complicada, hemos hablado con el gobernador porque aun un trabajador en relación de dependencia tiene dificultades para encontrar un alquiler. Hay políticas públicas macro que me exceden como ministerio y las personas que tienen alquileres para ofrecer tienen la mirada puesta en otro lugar, en el que trae otra moneda”, observó del destino que se le está dando para el turismo.

“Con relación a niñez y adolescencia tenemos una gran tarea para acompañar situaciones de vulnerabilidad, en género queda en evidencia también, discapacidad también es un tema muy complejo porque una pensión sirve para acompañar tratamientos en algunos casos, y en otros es para comer y vestirse”, concluyó.

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