El empresario maderero Rodolfo Van Olphen participó de la reunión con el intendente Claudio Queno para buscar una salida al sector. La facturación bajó a la mitad en parte por la crisis en la industria, a la que proveen de palets, y también por problemas de infraestructura que encarecen la producción. Apelan a una reunión con la gobernadora para encontrar alternativas, dado que tampoco la provincia está comprando mobiliario para las escuelas, como había comprometido. Queno impulsará una reunión con el Gobierno provincial buscando medidas paliativas a corto plazo para mantener las fuentes laborales.
Río Grande.- Este lunes hubo una reunión con el intendente Claudio Queno y su gabinete de propietarios de aserraderos de la zona de Tolhuin, preocupados por la situación crítica del sector.
Por Radio Universidad 93.5 Rodolfo Van Olphen, dueño de un aserradero, indicó que desde el gobierno “no han realizado ningún pedido de mobiliario”, y con la crisis de la industria cayó la producción de palets, con una merma de la facturación total del 50%.
“La situación es crítica porque hay aserraderos que se dedican únicamente a los palets y también hay aserraderos mixtos que también hacen madera para construcción y carpintería. Todos han tenido una disminución abrupta de las ventas por la crisis nacional que se está viviendo, y eso nos está dejando sin los fondos necesarios para pagar los sueldos y las cargas sociales”, planteó.
Las exigencias de AFIP son otro factor que preocupa: “Uno no puede dejar de pagar a la AFIP porque enseguida embargan y uno no puede hacer las exportaciones para sacar el producto. Es un punto crítico porque a los tres meses se embargan las cuentas y no entregan el certificado de libre deuda, que es necesario para presentar a muchas de las fábricas que compran palets o para sacar la madera al continente”, dijo.
La pérdida de puestos de trabajo sigue avanzando, al límite de no poder operar: “Yo tengo cinco personas en este momento y la capacidad operativa es para diez personas. Esta crisis no es de ahora y ya venimos teniendo menos gente de la que deberíamos tener. Es un punto crítico porque con menos gente el aserradero no funciona, y tampoco tenemos los fondos para pagarle a la gente”, sostuvo.
“La crisis del sector se ve en todos lados. Somos optimistas y tratamos de mirar hacia adelante, pero se nos están cerrando las puertas y no hay muchas opciones. Desde 2008 hubo una crisis financiera internacional grande y no hemos tenido momentos benévolos para los negocios, que nos permita juntar el capital que necesitamos para reconvertir nuestra industria. Para los palets no se necesita una gran inversión, pero se podría reconvertir con el hierro en la construcción, con el plástico, el pvc, y tener una apertura mayor de mercado para que nos afecte menos la crisis”, señaló.
“La construcción se ve seriamente afectada en todo el país y por consiguiente nuestros clientes compran menos. Al no estar tecnificados tampoco somos competitivos y eso va potenciando el problema. Las fábricas consumen menos palets porque tienen menos ventas y se agrega otro problema más”, indicó.
“Tenemos un mercado muy acotado por el producto que estamos ofreciendo. La mayoría de los aserraderos son empresas familiares. Hay algunos aserraderos que tienen secadero, y se podría procesar el 20 ó 30% de la madera producida en Tolhuin”, observó, lo que no es suficiente y los obligaría a enviar a secar al continente, con el encarecimiento que implica.
Otra dificultad radica en los costos para llegar a los bosques de donde se saca la materia prima: “La mayoría de los aserraderos tenemos concesiones de bosques fiscales, pero las masas forestales se van alejando y hay que hacer inversiones de caminos. Los caminos los hacen los propios aserraderos, y si no tenemos máquinas viales, se contrata alguna empresa privada vial”, dijo.
Actualmente el sector cuenta en total con un plantel de entre 150 y 200 operarios, pero “hoy peligra la fuente de trabajo de unos 80 trabajadores de todos los aserraderos”, advirtió Van Olphen.
“Varios de los aserraderos no tenemos servicio de gas y eso imposibilita armar un secadero. La red no llega y el costo de luz va teniendo mayor incidencia, pero no es el mayor costo. En los insumos es mucho más preponderante la suba del combustible que la luz”, expresó.
Respecto de la alternativa de proveer de mobiliario a las escuelas de la provincia o de madera para viviendas, dijo que “se han firmado algunos convenios con el IPV y con la provincia, pero en caso de que eso se active no sería una solución para todos los aserraderos sino para tres de ellos, que tienen tecnología para estos productos”.
Tolhuin afectada
El productor expuso el impacto sobre la economía de Tolhuin de esta crisis en los aserraderos, porque “la falta de movimiento es un problema para el pueblo, no solamente para los aserraderos. Trabajando bien la producción maderera, representa el 30% de los ingresos monetarios genuinos en Tolhuin. Hoy la facturación de los aserraderos ha bajado un 50%. De 20 millones de pesos mensuales hoy se están facturando diez millones entre todos los aserraderos, y es plata que se invierte en el pueblo. Los compradores van alargando la cadena de pagos y ahí tenemos otro problema. Muchos tenemos problemas de incobrables”, aseguró.
Como resultado de la reunión, dijo que “el intendente se mostró preocupado por la situación, comprometido con el acompañamiento para buscar una solución, que no es fácil, pero pensamos que se puede llegar a algo. Con Daniel Harrington tuvimos una reunión informal ayer temprano para comentarle la situación, por ser el legislador que nos representa. Por lo menos tenemos una buena noticia sobre la inversión en redes de gas, agua y cloacas, y eso nos informaron por la mañana”, concluyó luego de la aprobación del nuevo menú de obras.