El veterano dirigente Esteban ‘Chiquito’ Martínez cumplió 82 años el pasado viernes y en ese contexto realizó un breve repaso de sus cuatro gestiones como Intendente de Río Grande resaltando la gestión del actual intendente Martín Pérez. “Veo que la Municipalidad de Río Grande está andando muy bien, con muchas actividades, tanto en la obra pública como en la parte social, recreativa y en otras áreas municipales. Uno ve como permanentemente hay cosas nuevas y esto es lo positivo”, dijo y agregó que “van a venir muchas más obras a Río Grande, recientemente estuvo el ministro (Gabriel) Katopodis y eso ha generado un compromiso de más obras, especialmente viviendas e infraestructuras que siempre hacen falta y todo esto habla de que hay muy buena sintonía con el Gobierno nacional que sigue apoyando a Tierra del Fuego”.
Río Grande.- El ex cuatro veces intendente de esta ciudad, ex concejal, ex diputado nacional y reconocido dirigente del Partido Justicialista, Esteban ‘Chiquito’ Martínez, cumplió 82 años el pasado viernes y en ese contexto fue consultado por FM La Isla sobre su visión sobre la realidad actual y la gestión peronista del intendente Martín Pérez, además de hacer un recuento de la historia de Río Grande desde su niñez.
“Los años son como el dólar, uno pretende que baje, pero sube”, bromeó ‘Chiquito’.
Confió que “estoy muy bien de salud, no tengo ningún problema que evite estar en muchos lugares, al contrario, quiero estar permanentemente en actividad, acompañando en lo que pueda; no estoy buscando cargos porque no los quiero, pero sí participar y acompañar, colaborando en lo que pueda”.
“Van a venir muchas más obras a Río Grande”
Si bien lamentó “algunos roces” que se generan a través de las redes sociales “para tirar algún petardo que no conducen a nada”, Esteban ‘Chiquito’ Martínez concedió que “veo que la Municipalidad de Río Grande está andando muy bien, con muchas actividades, tanto en la obra pública como en la parte social, recreativa y en otras áreas municipales. Uno ve como permanentemente hay cosas nuevas y esto es lo positivo”.
Agregó que “van a venir muchas más obras a Río Grande, recientemente estuvo el ministro (Gabriel) Katopodis y eso ha generado un compromiso de más obras, especialmente viviendas e infraestructuras que siempre hacen falta y todo esto habla de que hay muy buena sintonía con el Gobierno nacional que sigue apoyando a Tierra del Fuego y veo que el Presidente de la Nación está diciendo que está cumpliendo con los compromisos que contrajo con todas las provincias; es decir, es un Gobierno Federal”.
Desde su asunción como Intendente de Río Grande con el advenimiento de la democracia en 1983, dijo que “nunca me imaginé que tendríamos una ciudad como la que tenemos ahora. A mi me tocó ser Intendente en el ex Territorio Nacional de la Tierra del Fuego e Islas del Atlántico Sur donde los presupuestos eran muy exiguos y uno no pensaba que iba a crecer tanto la población”.
Recordó que “nosotros tuvimos muchísimos problemas sociales y de vivienda, sobre todo porque venía mucha gente y no había casas; recién se estaba haciendo el INTEVU, estaba la empresa trabajando pero iba lento; no había dónde alojar a la gente, pernoctaban en la guardia del Hospital o en el quincho que tenía la municipalidad, pero no alcanzaba y es así que tuvimos que hacer un convenio con la Base Aeronaval porque no había lugar para la gente que tampoco tenía para comer porque no había trabajo todavía, las fábricas no habían empezado todavía”.
En el mismo sentido dijo que la gente “se movía por un rumor que decía que apenas se bajaba del avión había trabajo, alojamiento y comida y no era así porque estaba mal la información. Lo que sí, cuando empezaron a radicarse las fábricas, hubo una real necesidad de mano de obra y tanto es así que los gerentes de estas empresas iban al aeropuerto para ver quién se bajaba para ya contratarlos ahí y nosotros en la Municipalidad teníamos poco personal y era casi toda gente chilena porque las fábricas no la tomaba y fue con esa gente que nosotros tuvimos que trabajar y estuvimos a la altura de las circunstancias”.
En ese tiempo Obras Sanitarias dependía indirectamente del gobierno territorial. “Nosotros le pedimos que pase a la órbita municipal porque a través de una gestión ante el Gobierno nacional porque Obras Sanitarias era de Nación y que en Río Grande ya tenía su dependencia incluida la histórica Torre de Agua”.
Aseguró que ese traslado “era esencial para que nosotros pudiéramos prestar los servicios tanto de agua como de cloacas, ya que Río Grande estaba creciendo vertiginosamente. Conseguimos el traspaso e inmediatamente generamos la infraestructura con el apoyo de máquinas también, no solo para los servicios de agua y cloacas, son también para el tendido de las redes de gas”.
“Por muchos años Tierra del Fuego fue gobernación marítima y el gobernador era un oficial de Marina que estaba en Ushuaia y en Río Grande, si bien no había Intendente, había delegados que gestionaban algunas obras como veredas y calles, la plaza, se limpiaba la ciudad; todavía no se hablaba de pavimento ni de alumbrado público que no existía. Los barrios que se empezaron en la época mía en la Margen Sur, hoy día son pueblos con todos los servicios, con comercios, con escuelas, colegios y casas de calidad. Esto demuestra que la gente teniendo terreno hace su casa y todos quieren tener una casa agradable y con calidad. Hoy hay necesidad de que el Estado ponga las viviendas porque hay niveles económicos y con los precios de hoy día, no da para que muchos vecinos construyan sus viviendas”.
Consultado sobre qué personas marcaron más su vida en estos 82 años, ‘Chiquito’ Martínez recordó en primer lugar a su padre “porque me dio la formación y me dio el ejemplo, que es lo más valioso que puede dar una persona, cómo se comporta, cómo se desarrolla y cómo encara las situaciones de la vida. Uno aprende de eso; mi padre fue un hombre muy trabajador, muy honesto, siempre preocupado de la familia, nosotros no éramos gente que salía de vacaciones, como máximo, hacíamos un picnic en el campo, no íbamos a Buenos Aires. Mi papá y mi mamá viajaron a Buenos Aires cuando cumplieron sus bodas de plata. Éramos siete hermanos -cinco varones y dos mujeres- y todos trabajábamos. Teníamos mucha relación con nuestros vecinos, nos conocíamos todos. En la zona donde vivíamos estaban Juan Andrés, Abel Fernández, el ‘Pepe’ Sánchez, muy cerca vivía el ‘Toto’ García y siempre nos juntábamos a jugar en los patios, teníamos otros vecinos que eran hijos de Pinola, socio de mi padre. Jugábamos con los juguetes que nos hacían o hacíamos, jugábamos al suncho, al trompo o al yo-yó, juegos que hoy día no conocen los chicos”, describió.
“También me acuerdo mucho de mi abuela, que vivía en la Estancia Sara; mi abuelo era el segundo administrador de esa estancia y me acuerdo que íbamos a pasear y nos quedábamos unos días ahí”, memoró.
Asimismo, dijo que “me acuerdo de todos los amigos de la infancia, nos encontrábamos en todos los cumpleaños y éramos los mismos. Éramos un grupo sólido de las familias amigas y tengo gratos recuerdos de esa época”.
Agregó que “a partir de los 10 años de edad, fui pupilo en La Misión y perdí mucho contacto con mis amigos porque en la Escuela Agrotécnica Salesiana entrábamos en septiembre y salíamos en diciembre y no pasábamos el invierno porque en el colegio hacía mucho frío porque no había calefacción. El 25 de mayo salíamos de vacaciones del colegio y volvíamos el 1 de septiembre. Teníamos tres meses, pero aún así no todos coincidíamos, por ejemplo, mi hermano mayor estaba estudiando en Buenos Aires y mi hermana en Río Gallegos”.
Construyendo una nueva ciudad
Cabe destacar que ‘Chiquito’ Martínez, en sus cuatro gestiones consecutivas de Intendente, no solo tuvo que preparar un pueblo de pocos miles de habitantes a una ciudad con más de 50 mil ganando terrenos a la vera del río Grande sino también con convenios. “En ese tiempo el Gobierno territorial no tenía tierras; todos los terrenos que rodeaban a la ciudad eran privados o militares. Los primeros predios eran las quintas, le seguían las chacras y después las estancias. La ciudad terminó llegando hasta las estancias. Lo que mucha gente no sabe, es que se ganó terreno hasta donde subiera la marea del río; esos terrenos se inundaban todo y la gente tenía que poner sus casillas sobre pilotes o tambores (barrios 19 de Noviembre, Perón I, Perón II, Esperanza y otros) y aprovechando que estaba Techint trabajando en unas calles y sacaban material y con esos materiales le pedimos que nos cerraran e hicieran la avenida Perón para poder evitar que con la subida de las mareas se inundara ese sector”.
Añadió que “se rellenó toda esa zona con ayuda del Gobierno, de los propios vecinos y la Municipalidad de Río Grande y una vez rellenado, le pusimos todos los servicios a la gente”.
La Río Grande de antes
Esteban ‘Chiquito’ Martínez recordó que en su infancia “Río Grande terminaba en San Martín y Belgrano, donde hoy está la oficina de Aerolíneas Argentinas. Me acuerdo que la zona del cementerio que eran terrenos de Visic, eran campos alejados y hoy ya está en el centro. Así ha ido pasando con todos los sectores que fueron incorporándose al centro de la ciudad”.
Contó que las actividades económicas de la ciudad “empezaron a desarrollarse con la actividad rural acompañada del Frigorífico CAP; en la época de faena había mucho movimiento, venía gente de Chile que eran faenadores, se estimaba que eran más de cien mil en la Patagonia y aquí muchos se iban quedando y formando familias o iban a trabajar a las estancias y así de a poco se fue formando Río Grande. Esa fue la primera etapa del desarrollo si bien también había comercios de ramos generales; estaba La Anónima, estaba Ibarra, Casa Raful y asimismo había servicios. Mi papá puso el servicio eléctrico de forma privada y fue el primer servicio público que hubo (hoy la Cooperativa Eléctrica de Río Grande); después, en el gobierno de Perón, vino Obras Sanitarias que hizo toda la obra de El Tropezón (planta potabilizadora de agua) y los tanques y la torre que está al lado del Concejo Deliberante”.
Tuvo un especial recuerdo al entonces gobernador territorial Mariano Eduardo Loedel (PJ – 15 de junio de 1973 – 3 de diciembre de 1974). “Cuando llegaba en el Arava a Río Grande, lo primero que hacía era ir a saludar al Intendente, una suerte de ritual que después se perdió, como si una cosa estaría aislada de la otra y a veces con los compañeros había algunas dificultades por los presupuestos, por las transferencias, esas peleas políticas que se dan a veces”, dijo en relación a esa época en que el presidente era Héctor José Cámpora.
Continuó que “otro gran gobernador fue Ernesto Manuel Campos, fue antes de Loedel, pero yo no estaba en la política y no teníamos contacto con él, pero fue un gran visionario, construyó toda la infraestructura para el Turismo, como las hosterías. Creo que fue un gobernador que dejo bien marcada una presencia”.
“La 19640 es una ley geopolítica y de soberanía argentina”
En relación a la discusión sobre la Ley 19640 en el marco de la discusión del presupuesto nacional, el veterano dirigente compartió que “escuché el otro día decir al Presidente de la Nación (Alberto Fernández) que iba a cumplir con todo lo que le prometió a Tierra del Fuego y uno de estos compromisos es el mantenimiento de la Ley, lo que es un tema muy importante”.
Consideró que “el crecimiento que ha tenido y que tiene Tierra del Fuego, sumado al apoyo nacional en el tema del petróleo, del gas y de otras cosas, va a ser tenido en cuenta. Siempre hay intereses de la derecha. Lo que siempre han buscado los pseudos economistas es que la promoción económica fueguina es un gasto, que da pérdidas y que va a cuenta de la Nación pero no se habla nunca de la soberanía ni lo que significa la población que hay hoy en Tierra del Fuego como figura internacional. Creo que ya no somos la cantidad de población que teníamos en 1983, sino que se ha quintuplicado más la población y esto refleja la garantía que significa la convivencia de todos los argentinos que hoy están radicados en la provincia gracias a la visión geopolítica de esta norma de promoción”.