El Secretario de Ambiente, Desarrollo Sostenible y Cambio Climático reveló mediciones que sobrepasan largamente los límites permitidos y fueron tomadas en distintos puntos de vertido de efluentes cloacales, tanto hacia el río como hacia el mar. Ayer se reunió con integrantes de la comisión de medio ambiente del Concejo Deliberante, para exponer en detalle las razones del sumario iniciado al Municipio de Río Grande. El lunes vence el plazo para presentar el descargo y, de no resultar satisfactoria la respuesta o proponer una remediación, no descartan avanzar con una denuncia penal.
Río Grande.- Ayer por la mañana el Secretario de Ambiente, Desarrollo Sostenible y Cambio Climático, Mauro Pérez Toscani, se reunió con los concejales de la comisión de medio ambiente para dar un detalle de las razones del sumario iniciado contra el Municipio de Río Grande.
“Estuvimos con el equipo que está a cargo del monitoreo en la comisión de medio ambiente del Concejo Deliberante, y este monitoreo nos llevó al inicio del sumario al Municipio de Río Grande”, explicó a Radio Universidad.
Agregó que “hay monitoreos por fuera del sumario de los efluentes cloacales que viene volcando el Municipio tanto en la costa del mar como en el río”, y resaltó que “el control se hace en las tres ciudades”.
“En Río Grande se viene haciendo desde 2009, porque existe un plan hidroambiental luego del fallo de la jueza Herráez por la contaminación del río Grande. Algo similar ocurrió en Ushuaia y la remediación se está llevando adelante entre el Municipio y la DPOSS. En Río Grande solamente tenemos al Municipio y a nosotros como autoridad de aplicación. Se vienen tomando muestras periódicas en ciertos puntos de emisión de efluentes, como la cloaca máxima norte, que es un caño que recolecta las cloacas de Chacra XI, Chacra XIII y los barrios nuevos de la circunvalación; y desemboca a la altura de la rotonda de la circunvalación, al lado de donde estaban las canteras. Se tomaron muestras también en la descarga de la actual planta de tratamiento, que se encuentra a la altura del Cristo en la costa; y además en la margen sur y en el corredor Perón-Sarmiento”, detalló.
Los resultados fueron alarmantes, según el funcionario, al punto de afirmar que directamente no hay tratamiento de efluentes. “Estas muestras nos fueron indicando que principalmente los parámetros bacteriológicos, que son indicadores de contaminación biológica, dieron por encima de los límites permitidos. El punto de vertido que está en el pasaje Virgen de Luján en la calle Perón, que va al río, nos dio cinco millones y medio de coliformes, cuando nuestra ley de medio ambiente dice que no se pueden descargar líquidos con un contenido mayor a cinco mil coliformes cada 100 ml. Por eso se genera el sumario, no por una cuestión menor”, subrayó.
Afirmó que algo similar ocurre con los demás puntos monitoreados: “La cloaca máxima norte, que desemboca en el mar, tiene un valor límite mayor por ley, que es de veinte mil coliformes, por la incidencia del agua salada; y la cloaca máxima norte tiene tres millones doscientos mil coliformes. Son dos puntos donde no existe ningún tipo de tratamiento”, aseveró.
Agregó que cuando fueron a la planta de tratamiento, “que por lo menos tendría que funcionar y debiéramos encontrar parámetros permitidos, tomamos una muestra en la salida del sistema, y encontramos que da alrededor de cinco millones doscientos mil coliformes. Esto nos dice que la planta directamente no funciona”, sentenció.
Paso prohibido
El funcionario dio cuenta de la negativa del municipio a permitir el ingreso a la planta para hacer verificaciones: “Durante este año intentamos hacer verificaciones en la planta y los técnicos estuvieron en tres ocasiones, pero el Municipio no permitió el ingreso en ninguna de las tres ocasiones. El Ingeniero Pereyra, que es el director responsable, nos dijo en la última reunión con la Municipalidad que la planta funciona, pero no es así”, sostuvo.
Se le consultó qué ocurre con los análisis que hace el Municipio, que cuenta con laboratorio propio, y respondió que no pudieron verlos, a diferencia de los análisis realizados por la Secretaría, que “los llevamos al Municipio y al Concejo Deliberante”.
Pérez Toscani lamentó la ausencia de autoridades del Ejecutivo en el encuentro de ayer, al que asistieron solamente los concejales Laura Colazo y Raúl von der Thusen. “Fueron citados por cuarta vez por la comisión de medio ambiente y no se presentaron”, dijo.
Plan o denuncia
En función de esta actitud de la Municipalidad, justificó la decisión de iniciar el sumario “de investigación administrativa, donde le damos la oportunidad de hacer un descargo. La Municipalidad tomó vista del expediente el miércoles de la semana pasada y tiene diez días de plazo que vencen el próximo lunes. Allí deben presentar toda la información técnica y sus planes de obra. Nosotros estamos respetando esos diez días hábiles para después ver qué medidas tomar”, sostuvo.
Se le preguntó si analizan una presentación penal, y no lo descartó: “Nosotros tenemos que seguir la investigación sumaria para determinar el grado de contaminación que puede existir, porque siempre hablamos de presuntas infracciones. Una vez que determinemos la infracción, se ejecuta el sumario y se verá o no de ir a la justicia, porque también puede ir un ciudadano común para que la justicia resuelva esto”, indicó.
“Nosotros tuvimos una reunión con la secretaria Gabriela Castillo y con Pereyra para poner sobre la mesa el problema, porque la idea no es atacar al Municipio, sino sacar adelante la situación y trabajar en conjunto”, aseguró, aunque hasta ahora no se ha conseguido.
“La semana pasada el gobierno de la provincia anunció inversiones por más de 40 millones de pesos para los servicios de saneamiento de la ciudad de Río Grande y además está adjudicada una obra de tratamiento de líquidos cloacales en la margen sur, que va a tratar los efluentes de más de 30 mil personas. Nosotros estamos buscando trabajar en conjunto”, subrayó.
Relevamiento industrial
El secretario dio cuenta también del control que realizan en el sector privado, descartando que se trate de una tarea focalizada solamente sobre el municipio: “Esto no es tomar una muestra y acusar, sino que es un plan de monitoreo que se está ejecutando y consta de dos programas: un programa de monitoreo de obras de infraestructura del sector público y un programa de monitoreo de descargas del sector privado del parque industrial, donde también estamos trabajando”, informó.
En este caso también el control lo hace la provincia “porque es la autoridad de aplicación en materia de efluentes, dentro de los parámetros que pide la ley 55. Ha habido un avance en las industrias, que han cambiado muchas materias primas que utilizan en el sector textil, en todo lo que son tinturas orgánicas.
Si bien hemos encontrado alguna pequeña afectación por el cambio de color en el efluente, su composición química no presenta problemas. Las textiles más grandes han hecho grandes inversiones en plantas de tratamiento que son modelo de la Patagonia”, destacó.
Hornos pirolíticos
Por otra parte, se lo consultó sobre el funcionamiento de los hornos pirolíticos en la provincia, y dijo que “estamos haciendo un trabajo conjunto con las empresas que es bastante arduo, porque requiere de una inversión muy grande y depende mucho de los servicios que puedan prestar para hacer las inversiones necesarias. Hemos planteado varias exigencias, que se están cumpliendo. Seguramente alguna falta, pero hemos tenido bastantes exigencias también nosotros de parte de organismos de nación que fiscalizan residuos peligrosos. También tuvimos requerimientos de la justicia federal y los estamos ordenando”.
Detalló que “los residuos patológicos en la provincia tienen dos tratamientos, uno es la incineración en estos hornos pirolíticos y otro es el autoclavado, que se hace en Ushuaia. Hay cinco empresas habilitadas en la provincia, el autoclave y el resto de residuos peligrosos, son dos en Ushuaia y tres en Río Grande”, precisó.
Disposición de aceites
Con respecto al destino final de los aceites minerales usados, provenientes de vehículos y maquinarias, que es el aceite del taller básicamente, dijo que “cada uno de los talleres, la empresa de colectivos o una empresa de logística que tiene su taller de mantenimiento, se inscriben en un registro provincial de generadores de residuos peligrosos. Se hace una declaración jurada anual y se contrata un operador de residuos peligrosos, que les brinda el servicio de recolección, tratamiento y disposición final. Con el aceite se realiza un proceso de termodestrucción en los hornos pirolíticos”, explicó.
“Para la próxima temporada queremos analizar cuánto estamos tratando de los residuos de buques, porque hablamos de ampliar la capacidad de Tierra del Fuego para la recepción de buques, pero también generan residuos y por eso estamos preparando la infraestructura. En 2017 se trataron más de 32 mil litros de residuos líquidos de buques, más unos 573 metros cúbicos de aceites minerales usados. Estuvimos en los 10.700 kilos de residuos. Estos datos salen de un análisis que estamos haciendo con las agencias marítimas, que son las intermediarias entre el buque y el tratador de residuos peligrosos, y estamos trabajando para mejorar ese control”, señaló.
Mejoras en la oficina de Río Grande
El funcionario dio a conocer el cambio diametral que se produjo en la sede de Río Grande, porque “cuando llegué al cargo me encontré con que en la sede de la secretaría de calle Piedrabuena y San Martín los profesionales y administrativos se calentaban con un horno con la tapa abierta, y no teníamos vehículos. Hoy pueden pasar por esa oficina de Piedrabuena 671, porque hemos remodelado toda la oficina y la gente está trabajando muy cómoda, con todos los elementos necesarios. Hemos comprado más de seis vehículos 4×4 para que se pueda trabajar en la fiscalización de manejo de recursos naturales, y en la gestión ambiental en el ámbito petrolero, donde tenemos un vehículo especialmente asignado. Se está comprando para esta temporada la indumentaria, mamelucos ignífugos, que se exigen como medida de seguridad para entrar a un campamento petrolero”.
“También estamos realizando el control del mercurio en el sector petrolero, porque Tierra del Fuego hace veinte años que tiene problemas con los pasivos ambientales. Se han identificado todos los pasivos ambientales, se han geo-referenciado y estamos haciendo dos tipos de tratamiento: por un lado, determinamos las mediciones de mercurio para saber si se puede hacer el tratamiento de termodestrucción y por otro, cuando las determinaciones de mercurio son muy bajas, estamos haciendo las pruebas de bioestabilización de residuos”, dijo.
“Hemos aumentado la planta de profesionales y estamos gestionando contratos para que haya un técnico específico que trabaje sobre el plan hidroambiental de Río Grande; tenemos vehículos cero kilómetro habilitados para trabajar en el ámbito petrolero, tenemos oficinas y equipos informáticos nuevos, herramientas de trabajo, GPS, todo el instrumental técnico para recursos hídricos. Tenemos un laboratorio de calidad de agua en la estación de piscicultura de Ushuaia que está funcionando, y en todo lo que es análisis físico-químico de determinación de hidrocarburos y metales pesados, trabajamos con un laboratorio de Buenos Aires con el que trabaja la mayor parte de los gobiernos y las empresas”, concluyó.