Noelia Ruiz, una de las propietarias de la estancia afectada por el incendio, aseguró que desde el miércoles pasado, cuando se inició el primer foco, hasta ayer, no habían comenzado a trabajar los brigadistas, que siguen a la espera de instrucciones. Desde el comienzo solamente trabaja su familia, un grupo de amigos y gente que se acercó a dar ayuda voluntaria, sin ningún equipamiento. Los anuncios que se vieron por las redes, que van desde colchones para que pernocten a distintos materiales, no llegaron y hay gran indignación por la discordancia entre lo que oficialmente se dice por los medios, y la realidad que se está viviendo. Las donaciones que lograron obtener fueron de organizaciones particulares que acercaron elementos y comida en forma directa. El director de manejo de fuego se comunicó recién el viernes, dos días después del inicio del incendio, y la primera brigada llegó el domingo, pero no trabajó, porque siguen “planificando” las acciones a seguir. Mientras tanto familiares y amigos siguen llevando agua sin descanso ni calzado adecuado para contener los focos, dijo.
Río Grande.- Noelia Ruiz, una de las propietarias de la estancia afectada por el incendio, expuso por Radio Provincia la realidad de lo que está ocurriendo cerca de Tolhuin, como también la indignación de familiares y amigos por las versiones oficiales que se dan a conocer por los medios y que no se corresponden con la realidad que están viviendo.
Recordó que el fuego comenzó el miércoles pasado, “mi familia estaba en Ushuaia y nos enteramos gracias a la comunicación de Carlos Henninger de que el foco estaba cerca del casco de la estancia. De inmediato mi hermano y mi papá arribaron al lugar con un grupo de amigos. La zona estaba muy seca porque hace varias semanas que no llueve, y se empezó a accionar como se pudo con los elementos que estaban en la estancia, a la espera del accionar de los que nos deben cuidar y proteger, pero al día de hoy siguen coordinando y planeando, por lo que leemos en las noticias, pero no actúan en el lugar de forma inmediata. Lo único que me consta es el grupo humano de familiares y amigos que estuvo poniendo el cuerpo para apagar los focos de incendio que se fueron generando”, dijo.
“Recién el viernes a la tarde se comunicó por primera vez el director de manejo de fuego, Pablo Paredes, por el tema del incendio. Me pidió permiso para que la brigada hiciera base ahí y les dijimos que sí. Les conté que había un grupo de 14 personas desde el miércoles entre familiares y amigos, y que era preocupante la situación. Por lo que vi, los brigadistas que estaban en la zona del casco estaban esperando instrucciones, que no llegaban. Estuve el domingo a la mañana y esa era la situación. Había nuevos focos de incendios, había que actuar, pero no lo hacían porque estaban esperando instrucciones”, afirmó.
“En un caso así hay que actuar y no me explico tanta inacción ante la magnitud del incendio para que llegara a este grado. Nosotros no tenemos los aparatos para determinar la dirección del viento, y lo que rescato es la colaboración de los bomberos, no de los funcionarios, que más o menos nos han orientado. El suelo está muy seco todavía y se necesita mucha cantidad de agua para evitar que surjan nuevos focos. Si hay alguna brasa que no se ve, con el viento se vuelve a reactivar, como sucedió estos días”, señaló.
Todo a pulmón
“El viernes nos dijeron que iban a arribar el sábado a primera hora, llegó un grupo, pero no hizo nada. El domingo seguían esperando instrucciones, cuando hay que actuar de forma inmediata. Al día de hoy no ingresó ninguna autobomba al lugar, y los focos que se reavivaron el domingo se hubieran evitado si hubiera una autobomba. Hay accesos para una autobomba y la gente de la estancia está accediendo con camionetas y tanques de agua. Tenemos dos mochilas para ataques de incendio, baldes de lona, y están trabajando a pulmón las 24 horas para evitar que se reavive el fuego”, relató.
“El incendio inició a 2 km del casco y la dimensión que fue tomando es impresionante. Seguimos esperando acciones, porque nos dicen que van a llegar equipos, pero no los vemos y no hay explicación de por qué no aparece el acompañamiento que supuestamente está. No entiendo cómo no puede haber una acción coordinada y efectiva de inmediato, y evitar que tome dimensiones peores el incendio”, se preguntó.
“Toda la gente que trabaja en la estancia está resguardada y pudimos actuar de forma rápida y oportuna”, destacó.
El relato en los medios
Aseguró que todos los elementos que anunciaron desde los distintos municipios y defensa civil que se enviaron a la zona, no llegaron. El grupo de familiares y amigos estuvo trabajando “con los elementos básicos que tenían y se siguió sumando otra gente amiga con mangueras, con bombeadores de agua y tanques. Nosotros tenemos una cabaña grande para 19 personas donde fueron los funcionarios y no llegó ningún tipo de colchón -que fue anunciado por el municipio de Ushuaia-. Pusimos todo a disposición y no llegó ningún tipo de equipamiento. Si hubiera sido así, los focos posteriores se hubieran controlado. Es más, los brigadistas nos pidieron a nosotros un tanque de agua para usar en la cocina y en el lavado de platos, y fue algo insólito. Se lo tuvimos que acercar porque tenían la base para su cocina. Realmente no entiendo cuáles son las prioridades y por eso la indignación al volver en la madrugada del domingo, leer las noticias y las fotos donde dicen que están in situ, que están enviando colchones, cuando no llegó nada. Las donaciones que llegaron fueron de familias que nos conocen. El domingo llegó un grupo de chicos autoconvocados de Río Grande a trabajar y nos manejamos con los voluntarios que están llevando agua a todos. Los brigadistas siguen esperando instrucciones y empezaron a moverse recién el domingo a la tarde”, remarcó.
Pedido de silencio
También dio a conocer las presiones para que la verdadera situación no se dé a conocer. “Me llegó la información de un pedido a Carlos Henninger de que no se publicaran fotos con lo que estaba sucediendo en Tolhuin. A mí también me hicieron observaciones y yo destaqué el trabajo y preocupación humana de Carlos, cuando notó que había humo en nuestra zona e hizo lo posible para comunicarse con nosotros. Estamos ahí gracias a él, que está día a noche colaborando en este combate contra el fuego”, sostuvo.
“Se preocupan por lo que él postea en las redes en lugar de ocuparse de que se está quemando el bosque. Uno siente impotencia al ver las prioridades de los que nos tienen que cuidar. Lo que tienen que hacer es demostrar que se están tomando las medidas correspondientes pero el foco de la preocupación es otro y no lo comparto. Con los hechos se demuestra todo. Si se hubiera actuado de inmediato el miércoles con una autobomba, era muy probable que se controlara el incendio de otra manera y que no llegara a la magnitud que tiene. A seis días no hay ninguna autobomba actuando en la zona, y para combatir el fuego se necesita agua. Los chicos están trabajando con baldes y mochilas, porque es lo único que está a nuestro alcance. Hay un río cerca y tanques de agua que sacamos del chorrillo de la zona del casco y se llevan en camionetas al lugar para apagar el fuego”, describió del escenario actual.
“Hablan de brigadistas que están llegando desde Bariloche, pero mientras tanto no sabemos qué sucede con el equipamiento que la provincia dice tener, con toda la experiencia que hemos tenido anteriormente, como el incendio de Bahía Torito. Obviamente los brigadistas no tienen la culpa porque ellos reciben instrucciones, pero en un caso así debe haber un protocolo y actuar de inmediato. Mi familia y mis amigos están sin equipos y hay que tener un calzado óptimo para no quemarse los pies, que no lo tienen. Sin embargo, actuando en equipo y en forma coordinada lograron salvaguardar la estancia, sin equipamiento. Hay gente que está trabajando sin parar desde el miércoles, mi hermano, mi sobrino, y no han tomado un descanso. Hay un grupo humano cercano trabajando con nosotros y lo que recibimos fueron aportes de asociaciones que acercaron donaciones en forma directa, no del gobierno”, cuestionó.
“Los brigadistas no tienen cuatriciclos, así que no vi ningún tipo de equipamiento, solamente el trabajo de nuestros familiares y amigos. El riesgo está latente porque los árboles se están quemando por dentro, hay derrumbe de árboles y los chicos están trabajando con un gran nivel de agotamiento y estrés. Yo veo los posteos que hablan de cuidar el medioambiente, cuidar los recursos, y por otro lado cuando ocurre una situación tan catastrófica no hay equipamiento ni un protocolo de trabajo. Supuestamente había camiones hidrantes que había donado Cristina Kirchner, pero no sabemos dónde están. Hay un montón de anuncios, pero no vemos nada de eso. Tolhuin está en peligro y podemos evitar que el incendio no se descontrole más”, enfatizó.
En cuanto a la causa, señaló que “esto no fue por un rayo, entiendo que fue por una actitud irresponsable y quiero creer que no fue intencional. Uno puede tener indicios, hacer deducciones, pero no vamos a saber lo que pasó realmente. Sabemos cómo se origino en Bahía Torito -por un fuego mal apagado de una funcionaria del Infuetur- y lo importante es que ya el hecho ocurrió y hay que actuar de inmediato, tener un protocolo claro para que no se descontrole más”, reclamó.
“No fue nadie del gobierno ni personal técnico para determinar dónde se produjo el primer foco y ver la accesibilidad de la zona, si puede ingresar una autobomba, revisar los caminos de acceso, las distancias, la peligrosidad de la montaña. Con las teorías no se puede saber cómo es el acceso al lugar si no se habla con los que conocen. No entiendo cómo no estuvieron presentes de forma inmediata. Yo vi el lugar donde encontraron el primer foco y estoy segura de que se hubiera controlado con una autobomba. Si no llegan hasta el foco, al menos lo más cerca posible para ir llenando los tanques. Genera mucha impotencia e indignación ver que todavía están viendo cómo se coordina y cómo se planifica, sin actuar de forma inmediata”, manifestó.
“La realidad es muy distinta de la que se ve en los posteos oficiales. Nos indignan las fotos de funcionarios cuando la realidad es otra y lo vivimos en carne y hueso nuestra familia y amigos que están ahí. Los brigadistas que llegaron el domingo estuvieron esperando instrucciones en lugar de actuar desde la primera hora de la mañana. Así como el miércoles llegó mi papá, mi hermano y un grupo de amigos para ver lo que estaba sucediendo, ese mismo día tendría que haber arribado alguien del gobierno y ver cómo resolver la situación. No se explican todos estos días que han pasado, porque todavía no hay equipamiento”, concluyó.