Desde la organización internacional expresaron su rechazo al proyecto ‘Fénix’ encarado por Total Energies en Tierra del Fuego. Y cuestionaron que el estudio de impacto ambiental no contempla las emisiones de la quema de los 10 millones de metros cúbicos de gas por día que promete extraer.
Río Grande.- Desde la organización internacional Greenpeace expresaron su rechazo al proyecto ‘Fénix’ encarado por Total Energies en la cuenca marina austral, frente a la costa de Tierra del Fuego, cuestionando que «la evaluación de Impacto Ambiental de este proyecto no considera el impacto en el cambio climático».
«El Estudio de Impacto Ambiental, irónicamente, contempla solamente el impacto de emisiones por quema de gas fósil en caso de una fuga, pero no considera las emisiones de la quema de los 10 millones de metros cúbicos de gas por día que promete extraer», criticaron en un artículo publicado este miércoles en su página web.
Asimismo, enfatizaron que el proyecto «se solapa con la Bahía San Sebastián, declarada sitio RAMSAR (humedal designado como de importancia internacional bajo el Convenio de Ramsar) y con un sitio candidato a AICA marina, formando parte de una de las áreas marinas costeras relevantes que se encuentran definidas como sitios candidatos a transformarse en áreas protegidas».
Se trata del sitio candidato llamado “Aguas al Este de la Isla de Tierra del Fuego”, el cual fue identificado en el Programa de Áreas Importantes para la Conservación de las Aves Marinas (AICA Marinas) por especialistas en fauna marina del CONICET.
«Desde Greenpeace consideramos que éste es un ejemplo más de los planes de expansión hidrocarburífera en el Mar Argentino. La continua promoción para ampliar la frontera fósil en el mar no va en línea con las acciones que Argentina se comprometió a implementar de cara a la crisis climática que estamos atravesando. La transición energética no puede implicar una profundización de la matriz fósil», agrega el comunicado.
Para la ONG «debe ser prioritario poner un freno a las nuevas inversiones en combustibles fósiles» y esto incluye «la expansión hidrocarburífera offshore en la costa Argentina».
«El gas es responsable de alrededor del 60% de las emisiones de metano procedentes de la producción de combustibles fósiles. Las emisiones históricas de metano son responsables de provocar aproximadamente una cuarta parte del calentamiento global por encima de los niveles preindustriales», indicaron.
En ese sentido, afirmaron que «el gas no puede ser considerado un combustible puente, dado que sigue siendo un combustible fósil, y para alcanzar el límite de calentamiento de 1,5 ̊C del Acuerdo de París, los gobiernos, los inversores y las instituciones financieras multilaterales deben tratarlo del mismo modo que al carbón y apuntar a su rápida eliminación».
«Este proyecto Fénix implica una ampliación de infraestructura fósil, con una vida estimada de explotación de 20 años. No podemos seguir quemando hidrocarburos, el planeta está llegando a punto de inflexión o de “no retorno” climáticos, lo que significa que tenemos que reducir drásticamente la explotación y uso de hidrocarburos», cierra el comunicado.