Durante la jornada del sábado, una movilización de la cual participaron diferentes sectores de la sociedad se desarrolló en Ushuaia. Fue para acompañar el paro que vienen llevando adelante trabajadoras y trabajadores de todas las plantas de Newsan. Se repitieron las críticas a la dirigencia gremial y el reclamo de equiparación con los salarios que se perciben en Río Grande.
Ushuaia – La convocatoria se distribuyó por las redes sociales, llamando a concentrarse a las 15 horas del sábado frente al Colegio Don Bosco, en el estacionamiento que está sobre la calle Maipú. Desde ahí se marchó por las calles de la ciudad, pasando incluso por la Casa de Gobierno.
Familiares de las trabajadoras y los trabajadores se sumaron a la marcha, como así sectores gremiales entre los que se vio al SUTEF. Durante la manifestación, se escucharon testimonios cuestionando a la conducción de la UOM Ushuaia y reclamando equiparación con los salarios que se perciben en las fábricas de Río Grande, donde la seccional viene logrando incrementos salariales superiores a los de la capital provincial.
El paro se extendió durante la semana pasada, involucrando a todas las plantas del grupo Newsan en Ushuaia. La UOM tuvo que ponerse a la cabeza, aparentemente desbordados por la bronca de la base y por indicación de la conducción nacional del gremio. Las y los metalúrgicos de Ushuaia cobran casi un 30% menos que los de Río Grande, por los acuerdos en desventaja que viene cerrando la seccional capitalina desde hace un tiempo.
Las medidas de fuerza comenzaron luego que los delegados, varios de ellos que también conforman la Comisión Directiva de la UOM seccional Ushuaia, explicaron el acuerdo que firmaron con el Grupo Newsan en torno a la paritaria 2023. El mismo consistiría en un aumento del 12 por ciento a partir de abril y el 7,2 a partir de mayo, más una cifra no remunerativa -por única vez- de 32 mil pesos.
La indignación de la base metalúrgica surgió al ver que las diferencias con la seccional de la UOM en Río Grande se profundizan, llegando a cobrar un sueldo casi del 30 por ciento por debajo. La bronca se expresó de diferentes maneras, entre ellas escritos en las puertas de los baños.
Vale mencionar que, en Ushuaia, un operario con más de 10 años de antigüedad no supera los 170 mil pesos, mientras en Río Grande, a partir de mayo, los operarios que ingresen a la actividad cobran más de 256 mil pesos. Además, en Ushuaia tampoco cobran premio o montos adicionales como los que pagan las empresas de Río Grande.
Los debates en las asambleas concluyeron en un pedido generalizado para que la UOM a nivel nacional intervenga, reclamo que aparentemente hizo modificar la posición de los representantes gremiales locales, quienes ahora se encuentran al frente del conflicto, empujados por las bases.